La desigualdad laboral por género y la feminización de la pobreza crecieron en 2018

Un reciente informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) destaca que, según datos de la Encuesta Permanente a Hogares (EPH), durante el tercer trimestre del año pasado el aumento en la tasa de desocupación, subocupación y empleo no registrado fue mayor en las mujeres. Nuestro país perdió 13 posiciones en el ranking internacional de igualdad de género en el ámbito laboral durante los últimos tres años.

Según el estudio, el marco generalizado de crisis y recesión económica a redundado en un aumento del desempleo en las mujeres, así como en una feminización de la pobreza. Según la EPH, durante el tercer trimestre de 2018 la desocupación, subocupación y empleo no registrado de mujeres aumentaron alrededor de un punto porcentual por encima de las cifras masculinas.

Para las mujeres que pudieron acceder al empleo registrado, la pérdida de salario real durante el último período fue de 9,9% (un punto por encima del 8,9% promedio general). Durante los tres años de gobierno de Mauricio Macri, la diferencia aparece como aún más notable, ya que en ese período la pérdida real de la remuneración en las mujeres fue del 16,7%, contra una caída general promedio de 15,2%. En el caso de las empleadas domésticas, el retroceso es más grave, llegando a una pérdida de poder adquisitivo de 18,8% desde 2015. La diferencia entre los ingresos promedio de mujeres y varones es de un 25%.

Según la EPH, el 10% de la población con menores ingresos está conformado mayoritariamente por mujeres (7 de cada 10 personas), lo que se define técnicamente como “feminización de la pobreza”. La contraparte del fenómeno es que entre los sectores más pudientes de la sociedad 7 de cada 10 son hombres.

El estudio de la UNDAV, luego de proponer una serie de políticas públicas que ayuden a mitigar la violencia económica contra las mujeres (denunciando también el recorte del 42% en el Presupuesto 2019 para los programas beneficiosos para colectivos de mujeres), concluye: “A esta altura, queda claro que las mujeres conforman un sector particularmente vulnerado dentro de la esfera económica, y que están siendo particularmente afectadas por las políticas económicas del actual gobierno”.