Los anuncios de nuevos aumentos en las tarifas de luz, gas y transporte cayeron como “una bomba” en un fin de año «azotado» por una crisis económica que todos los días suma nuevas familias a las cifras de pobreza e indigencia, lo que disparó durísimas críticas por parte del sindicalismo y la oposición.
Por su parte los sindicatos como la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, con respaldo de Camioneros -Pablo Moyano-, se declararon de inmediato “en estado de alerta y movilización” frente a los “tarifazos” e iniciaron un “colectivo de presentaciones judiciales en todo el país” para frenar los nuevos aumentos.
Las dos CTA en un comunicado firmado por sus titulares, Yasky y Micheli, y también por el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano culparon “al gobierno de Mauricio Macri y al FMI” por los aumentos que “significan una nueva medida del ajuste brutal”.
En paralelo, los diputados opositores comenzaron a trabajar en la redacción de un proyecto de ley para “congelar” las tarifas. El Bloque Justicialista de Diputados advirtió que Cambiemos «sufre graves problemas de gestión» y «parece desconocer la realidad del país». El diputado salteño Pablo Kosiner sostuvo que el Gobierno “parece desconocer la realidad del país y la capacidad de pago de los argentinos” y apuntó contra la “obsesión de golpear el bolsillo de los usuarios sin medir las consecuencias».
A tono con las fuertes críticas con los aumentos estipulados para el inicio del año próximo, la diputada nacional Victoria Donda confirmó que presentará un proyecto para «congelar las tarifas» al tiempo que anticipó que acompañará los amparos que presentarán más de 40 intendentes bonaerenses.
En ese contexto, Donda consideró que el incremento tarifario «traerá consecuencias no sólo para los hogares humildes, donde muchas familias directamente no podrán afrontar los aumentos, sino también entre los trabajadores, sectores medios y entre los pequeños comercios y talleres».
