Más allá de las discusiones en curso con el Fondo Monetario Internacional, la preocupación central del Gobierno en estas horas pasa por el control de la inflación, una variable que impacta directamente en la pulverización del poder adquisitivo de los salarios y empuja las negociaciones paritarias a cifras por encima del 60% anual. En este sentido, el oficialismo anticipó que hará “todo lo necesario” para controlar las remarcaciones abusivas y que ejercerá “todo el poder de Policía” para garantizar que se cumplan los acuerdos de precios.
«Hay que ser más rigurosos y ejercer todo el poder de policía para que se cumplan los programas de Precios Cuidados y de comercios de cercanía, la Secretaría de Comercio (Interior) está trabajando en este tema», explicaron desde el Gobierno. Voceros del Gobierno criticaron a los empresarios “que se comprometieron y después no mandan los productos a las góndolas” y reiteró que desde el Gobierno nacional, lo mismo que en las distintas provincias y municipios, se va a hacer “todo lo necesario para que se cumpla con el acuerdo”.
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En sintonía con este planteo, desde la provincia de Buenos Aires ya se lanzaron operativos de fiscalización y monitoreo de precios en las distintas cadenas de supermercados, detectando faltantes en productos del programa Precios Cuidados y toda una serie de prácticas “desleales” de los proveedores (incluyendo la falta de abastecimiento de productos básicos como el aceite). La iniciativa contó con el apoyo de la Secretaría de Comercio y la Defensoría del Pueblo.
Los controles se llevaron adelante en cadenas como Carrefour, Chango Más, Día%, Coto, Vea, Disco y Jumbo en las localidades de Florencio Varela, Avellaneda, Lomas de Zamora, Hurlingham, La Matanza, La Plata, Merlo, Morón, Pilar, San Fernando, San Miguel e Ituzaingó.
Desde la Subsecretaría de Desarrollo Comercial del ministerio de Producción bonaerense, que encabeza el ministro Augusto Costa, se remarcó que, más allá de otras fallas detectadas, el principal problema en los comercios pasa por el abastecimiento. Desde los supermercados aseguran que el problema es de los proveedores que, según sus compradores, entregan 4 de cada 10 productos que se piden.
