Debido a los constantes aumentos de los productos y a la fuerte caída del poder adquisitivo, las ventas en supermercados e hipermercados provinciales cayeron entre 3 y 4% en términos en términos interanuales.
Para los supermercados mayoristas la retracción fue de 2%, en comparación con diciembre de 2017. Según directivos del sector, la fuerte recesión “ya no se puede sostener ni con promociones, bonificaciones ni pagos financiados en muchos casos”. En ese sentido, ni siquiera la renovación del Plan Precios Cuidados hasta el 6 de mayo aporta demasiadas esperanzas.
Los precios de entre 45 a 50 productos de la canasta básica familiar aumentaron hasta un 16% en el último mes, como producto del traslado demorado de la última devaluación. Durante diciembre las ventas cayeron en todos los sectores, pero las bajas más preocupantes se observaron en el área de alimentos pero también los artículos de limpieza mostraron descensos en torno al 6%.
Tanto en hipermercados, supermercados y mayoristas se anticipa un panorama que seguirá agravándose en 2019, porque la inflación implicará un continuo traslado de precios a los productos en góndola.
