Ante el temor de una corrida, La Bancaria pidió un «plan económico de emergencia»

Durante todo el fin de semana, la agenda anticipó que la primer y única preocupación para este lunes es qué pasará con los bancos y el dólar. De hecho, el Gobierno sacó un DNU un domingo, cosa que no pasaba desde el 89 a fin de clarificar la cuestión para evitar que la semana se inicie en medio de un caos.

En este escenario, y temiendo que el Banco Central siga tratando de contener la “corrida” liquidando reservas, la Bancaria, publicó un documento horas después, donde advirtió que “es una decisión que traerá más problemas que soluciones”.

El gremio exigió al gobierno y a las autoridades del Central «de forma urgente un programa económico-financiero de emergencia» para «reactivar la economía y consolidar reservas en moneda extranjera, imprescindibles para asegurar los insumos importados vitales para garantizar el abastecimiento de alimentos, medicamentos y energía».

Según la organización gremial, el plan debe regular «la inmediata liquidación, con un plazo no mayor a treinta días, en el mercado financiero local, de las divisas que resulten de todas las exportaciones de productos nacionales» y «controles suficientes a los movimientos de capital».

Por otra parte, desde la Bancaria pusieron el foco en la “preservación del sistema financiero para garantizar los ahorros de los argentinos y de los sectores productivos y recuperar su rol de intermediación financiera de la Economía real”.

Los bancarios pidieron también retrotraer el llamado «reperfilamiento de deuda del Tesoro Nacional» que está en tenencia de «empresas productivas con el exclusivo fin de constituir capital de trabajo para su normal funcionamiento» –como el pago de salarios-, a fin de evitar «un colapso que tendría graves consecuencias en el empleo, el nivel de actividad, el alza de precios y el incremento de la pobreza».

En el último apartado hizo un llamamiento al Congreso de la Nación para que el Senado «ejerza  su jurisdicción constitucional sobre el Banco Central, que no puede estar presidido por quien carece del acuerdo previsto por la ley y contraviene las disposiciones de su Carta Orgánica».