A pocas horas de que se lance el primer paro general contra el Gobierno de Javier Milei, motivado por su intención de avanzar con una muy regresiva reforma laboral por decreto y por una serie de graves desregulaciones de organismos estatales, privatizaciones y reformas contrarias a los intereses de la población, las tensiones entre el oficialismo y los gremios vienen creciendo. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich asegura que el protocolo contra las movilizaciones está en vigencia, lo que anticipa un escenario de posible conflicto callejero.
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El cotitular de la Confederación General del Trabajo, Héctor Daer en las últimas horas cuestionó a legisladores de los bloques del PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Federal, que en el marco de la negociación con el Gobierno por la Ley Ómnibus, podrían habilitar su aprobación en la cámara de Diputados. “Los dialoguistas no van a poder caminar por la calle si van y entregan el Banco Central. Porque el Banco Central no es un tema de los trabajadores, es el que generó la posibilidad de desarrollo de todo el país, del interior”, sostuvo el dirigente, y pidió “no aprobar la Ley Ómnibus y rechazar el DNU”, considerando que “toda la fantasía” de las autoridades nacionales de que “esto sí o sí se termina en enero o que es todo o nada, ya no está”.
Sin embargo, en declaraciones radiales Bullrich reiteró la vigencia del protocolo antipiquetes para garantizar la circulación del tránsito (“El orden de las calles y que se puedan hacer marchas en la vereda y sin cortar (las calles), es una decisión tomada”) y alertó: “La forma depende de las condiciones, del nivel de agresión y de provocación con el que puedan venir. Hay veces en que las cosas son más fáciles de hacer y otras que son más difíciles, pero lo que podamos hacer para cumplir el protocolo lo vamos a hacer”.
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La funcionaria también le contestó indirectamente a Daer: “Los que no van a poder caminar por la calle son los que intenten destruir el país. Vamos a hacer lo posible para que todo aquel que quiera trabajar no se sienta amedrentado por esta gente, y a luchar por estos cambios, que son los que van a llevar adelante a la Argentina”. Y concluyó: “Hay que dar pelea de vida o muerte”, una declaración gravísima respecto de una protesta absolutamente legítima en democracia. Estas afirmaciones van en sintonía con los dichos del diputado oficialista José Luis Espert que amenazó con «meter bala» a quienes corten las calles.
El titular de la Federación Marítima Portuaria y de La Industria Naval de La República Argentina (Fempinra) Juan Carlos Schmid, respondió, reivindicando el carácter pacífico de la movilización: «Los mafiosos a los que hay que hay meter balas como dice Espert, el miércoles vamos a parar astilleros, el dragado, los embarques de granos, los amarres la operatividad portuaria en el área; sin disparar un solo tiro. ¡Todos al Congreso!».
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Dando cuenta de la apuesta por una movilización amplia y masiva para el miércoles, siguen sumándose convocatorias al paro y movilización, originalmente impulsado por las centrales obreras y distintas organizaciones sociales. Desde la multisectorial «La Patria no se vende», invitaron: «Convocamos a la marcha del 24 en la idea de la defensa de los derechos laborales. La indemnizacion por despido, los convenios colectivos, la seguridad social como valor de proteccion para los trabajadores, el derecho al reclamo social , todos atacados por el DNU. A lo largo de la ultimas semanas , la cultura, el deporte, el campo, las pymes, los farmaceuticos , las mujeres y los jubilados , entre otros colectivos fueron sumando su rechazo a un DNU y una ley que rompen los valores de convivencia de nuestro pais y le ponen precio a todos los argentinos y argentinas».
