Este jueves el sindicato de Camioneros acordó con las cámaras patronales del sector cargas un aumento salarial escalonado del 26,5% para el período semestral que va de enero a junio. El acuerdo, que absorberá los aumentos paritarios por decreto fijados por el gobierno de Alberto Fernández, reafirma la importancia de la negociación paritaria por sobre los acuerdos de suma fija defendidos por el oficialismo.
El acuerdo, que beneficiará a unos 200 mil choferes de camiones, fue firmado luego de un encuentro que el líder de Camioneros Hugo Moyano mantuvo en la sede de su federación sindical con representantes de la Federación de Empresas de Transporte y Logística (Faetyl), la Federación de Entidades Empresarias del Transporte de Cargas (Fadeeac) y la cámara que nuclea a empresas de transporte de cereales (Catac).
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El aumento del 26,5% para el primer semestre se haría efectivo en dos tramos: un 16,5% desde febrero y un 10% adicional con los sueldos de abril. El sector ya había fijado un incremento de 23% para el primer tramo de la paritaria (entre julio y diciembre 2019), por lo que la recomposición anual de camioneros alcanzará al 49,5%, una cifra que se ubica por debajo de la inflación acumulada del año pasado, pero que si se cumplen las expectativas de reducción del gobierno de Alberto Fernández podría implicar una recuperación salarial para mediados de este año. Con el nuevo acuerdo, el piso salarial de un chofer de camiones se ubicará en alrededor de 60 mil pesos y de 85 mil para los choferes de larga distancia.
Este viernes a las 10 de la mañana se firmaría el acuerdo en la audiencia convocada para tal fin en el Ministerio de Trabajo, después de cuatro encuentros previos sin resultado. El gremio comenzó con un pedido de 33% de aumento, que se fue moderando hasta la última audiencia se había llevado adelante el jueves pasado, luego de la cual se multiplicaron los diálogos que concluyeron en el acuerdo paritario que se formalizará en la cartera de Claudio Moroni.
Aunque muchos gremios avalaron la estrategia oficial del Gobierno de sostener las sumas fijas en el inicio de este año para evitar una excesiva “indexación” de la economía, como explicó el presidente Fernández, gremios como Sanidad o Smata firmaron acuerdos salariales trimestrales (11,7% y 11,5% respectivamente) manteniendo las cláusulas gatillo que también fueron cuestionadas por el oficialismo. Hace unos días el co-secretario General de la CGT Carlos Acuña declaró: “La CGT no avala seguir con el sistema de sumas fijas. Queremos discutir de la pérdida de poder adquisitivo”. Aunque luego aclaró, en respuesta al pedido de “responsabilidad” del Gobierno, que “ningún gremio va a pedir lo que no se puede pagar”.
