Este lunes 10 de abril la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) lleva adelante una “medida de autodefensa” en las líneas B y C, con una liberación de molinetes en las cabeceras de ambas líneas a las 13 y un cese de actividades entre las 14 y las 16, seguido por otra media hora de ingresos libres. La medida se plantea en el marco de la lucha por la reducción de la jornada semana, para tener dos días francos.
Roberto Pianelli, secretario general y Néstor Segovia, secretario general adjunto de los Metrodelegados, recibirán a los medios de prensa en la estación Constitución de la línea C a partir de las 13, para detallar los reclamos de los trabajadores del subte, comenzando por la reducción de la jornada semanal a 30 horas.
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El centro de estos reclamos tiene que ver con la búsqueda de una reducción de las horas de exposición al asbesto, una substancia cancerígena que se encuentra presente en numerosas estructuras y vagones del subte porteño, que ya ha causado varias muertes entre los trabajadores. Pese a que está considerado como “material cáncerígeno” y se encuentra prohibido su uso en nuestro país desde 2003, la empresa concesionaria Emova emitió un comunicado en el que afirma que “no representa riesgo alguno para la salud de los trabajadores”.
Pianelli respondió explicando que “los datos oficiales desmienten a la empresa”. Y detalló: “Lamentablemente ya tenemos dos muertos de cáncer por exposición a asbesto en el subterráneo que fueron reconocidos por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Un trabajador jubilado murió de cáncer en 2020, su caso está en proceso de reconocimiento. Ochenta y cuatro empleados con afección en la Pleura, seis desarrollaron cáncer por exposición a asbesto en su puesto de trabajo. Y una pasajera fue reconocida como afectada en el Amparo Ambiental que tramita en la justicia”.
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Los metrodelegados también aclararon que esta realidad afecta y pone en riesgo también al casi millón y medio de usuarios que diariamente utilizan alguna de las 6 líneas y Premetro. En este sentido, recordaron que la misma Justicia reconoció esta situación: “Adviértase que ha quedado demostrado que la exposición al asbesto es determinante de riesgo y que su presencia puede ocasionar un grave daño ambiental y a la salud, independientemente de las concentraciones existentes.”
Lejos de responder a los reclamos de reducción de jornada que el gremio viene planteando desde la pandemia, la empresa Emova inició un proceso de desvinculación de personal “que a la fecha redujo 400 puestos de trabajo, un 10% del plantel y que tiene como objetivo aumentar sus ganancias”. “El impacto en la calidad del servicio está a la vista del público: andenes y formaciones sin limpieza adecuada, estaciones sin empleados para cargar la SUBE ni personal para asistir a los usuarios”, concluyeron desde AGTSyP.