Un 2020 difícil: Aumentó el endeudamiento familiar y se dispararon los pedidos de créditos comerciales

Los severos problemas económicos y sociales heredados de 2019 fueron agravados este año por la epidemia que golpea al país desde el mes de marzo. En ese contexto, se constató un importante incremento del endeudamiento de familias y comerciantes, que creció casi un 50% en lo que va del año.

Según un reciente informe de First Capital Group, los comercios vienen apostando a distintas líneas de crédito subsidiadas para intentar compensar las pérdidas del año, con lo que los créditos comerciales se incrementaron hasta un 83,18% en 2020. Pero el aumento de la pobreza y la desocupación vienen generando un estancamiento en los créditos personales, que apenas crecieron un 11,78% y de los préstamos hipotecarios, que retrocedieron un -0,15% en el mismo período. Esto mismo también generó un aumento del endeudamiento personal, con una tendencia a la refinanciación de los consumos con tarjetas de crédito en hasta doce meses que aumentó un 47,28%.

El estudio de la consultora detalla: “Durante el transcurso del 2020 observamos que el total de préstamos en pesos al sector privado mostró un crecimiento real, es decir logró aumentar sus valores por sobre los índices de precios, luego de un 2019 castigado por las altas tasas y una contracción de los saldos en términos ajustados por inflación, se observa una recuperación del endeudamiento”.

Preocupa el elevado aumento en alimentos en el cierre del año

En relación con los créditos comerciales añadieron desde la compañía: “Comenzaron el año con un tímido repunte, pero la llegada de la pandemia obligó a las autoridades a reforzar los estímulos a los bancos para que reemplacen la baja de ingresos de sus clientes con mayores financiaciones en condiciones subsidiadas, así fue como vimos durante los meses de marzo, abril y mayo una expansión del 50% de los saldos, justo en el momento que el ASPO paralizaba la actividad privada. Los últimos meses del año transcurrieron con un alza moderada de acuerdo a una actividad que se recupera de a poco”.

Las tarjetas de crédito, por su parte, vivieron un año positivo, aunque con valores mucho más cercanos a los de la inflación. Así, durante el primer semestre lograron un 36,3% de incremento, cerrando el año con un aumento del 47,28%. Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, explicó: “En este rubro pesó mucho la casi nula actividad de operaciones que impulsan el uso del plástico como el turismo, el esparcimiento y las actividades culturales, no obstante, las facilidades para refinanciar los consumos en hasta doce meses con tres de gracia que en más de una oportunidad estableció el BCRA, dio origen al incremento de los saldos. Terminan el año en un franco recupero de sus valores”.

Los préstamos personales cayeron fuerte en términos reales ya que, según el especialista, “el aumento de la desocupación trajo aparejado un doble efecto sobre el rubro: por un lado, los Bancos extremaron la cautela a la hora de otorgar nuevas financiaciones a una población con mayor riesgo crediticio y por el otro lado la falta de un horizonte económico despejado retrajo las nuevas solicitudes de endeudamiento por parte de las familias. Aquí también vemos un final de año con mayores expectativas de crecimiento y recuperación”. Este sector apenas creció un 11,78%.

Los préstamos prendarios tuvieron una primera mitad del año en que con baja actividad industrial y comercial de los bienes sujetos a garantía y un retroceso de los saldos y una segunda parte con el impulso que recibieron por las ventas de rodados ante la baja del precio de los mismos en dólares. El balance del año cerró con incrementos en línea con al alza de la inflación, alcanzando un incremento anual del 30,31%. Por último, los préstamos hipotecarios se estancaron e incluso retrocedieron levemente durante el año, con una caída de -0,15%.