El conjunto de la industria automotriz atraviesa una “dinámica contractiva” en el marco de una economía nacional hundida en la recesión. El primer semestre del año cerró con una caída interanual de ventas del 21,6% para el sector, acompañado por múltiples cierres de empresas, despidos y suspensiones.
Además de las caídas de las ventas en el mercado interno, también las ventas automotrices al exterior se desplomarion en el primer semestre, alcanzando apenas los 782 millones de dólares, lo que implica un retroceso de 13,2%. En el mismo período, las importaciones sumaron USD 4.336, lo que representa una importante contracción del 27,5% interanual.
Estos preocupantes datos resultan confirmados por el informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), que explica que el sector automotriz “sostiene una dinámica contractiva a partir del bajo uso de capacidad instalada en las terminales locales”.
Según el estudio, los principales motivos para esta crisis del sector tienen que ver con un elevadísimo nivel de stocks acumulados, lo que paralizó la actividad de muchas terminales, y el adelantamiento de la renovación de grillas de producción que redujeron el número de pedidos.
