La Federación de Entidades de Combustibles (FEC) anticipó que el próximo sábado 1 de febrero podría aumentar el precio de los combustibles, ya que ese mes debería ajustarse nuevamente el impuesto a las naftas y el gasoil. El aumento anterior fue frenado por el Poder Ejecutivo, una de cuyos principales objetivos del inicio de mandato pasa por contener la inflación heredada de más de un 50% anual.
El posible aumento de los combustibles se basa en el decreto 103/2020, que establece que el 1 de febrero se aplicaría una nueva actualización del impuesto a los combustibles, que debe ser ajustado según las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) suministrado por el INDEC.
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El aumento que iba a aplicarse a inicios de enero fue frenado por el gobierno de Alberto Fernández, en sintonía con los postulados de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, en el marco de la Emergencia Pública.
Después de la debacle electoral del macrismo en las PASO de agosto, el ajuste del gravamen había sido diferido varias veces, al tiempo que se aplicaba un congelamiento en el precio de los combustibles para tratar de llegar a las elecciones generales de octubre con un panorama inflacionario no tan descontrolado. Medidas que dejaron un fuerte atraso en el precio de los combustibles y cientos de despidos en las petroleras, especialmente de Vaca Muerta, que recientemente fueron “retrotraídos” gracias a una nueva negociación con el Ministerio de Trabajo y los gremios.
Resta por saber si el gobierno volverá a intervenir para evitar este nuevo ajuste en el precio de los combustibles para mitigar un incremento que impacta directamente en la dinámica inflacionaria, una preocupación central del oficialismo.
