En la Ciudad de Buenos Aires falleció otro trabajador de la educación por Coronavirus y distintos gremios docentes cuestionaron la continuidad de las clases presenciales en este contexto, en el que los casos no paran de incrementarse.
El empleado que murió fue Juan Carlos Ramírez, quien se desempeñaba como auxiliar en la escuela 21 DE 3 y es la segunda muerte desde el regreso a las vueltas a las aulas. El otro fue un docente, Jorge Langone, también víctima de la pandemia, la semana pasada.
Desde el entorno de Ramírez indicaron que se descompuso en la escuela el viernes 26 de marzo y el PCR dio positivo COVID. Su cuadro se agravó y fue internado en el Hospital Méndez. Este lunes, falleció.
Ángelica Graciano, la secretaria general de UTE CTERA, uno de los sindicatos más combativos contra la gestión Larreta, volvió a pedir que las clases presenciales se suspendan: «Seguimos exigiendo suspensión de la presencialidad en donde no hay herramientas para cumplir los protocolos y los cuidados».
«Abrazamos a la familia de Juan Carlos y a toda la comunidad educativa de su escuela. Exigimos que se respete el artículo 51 del reglamento escolar y el protocolo: donde no hay condiciones limpieza y de ventilación no se puede dar clases», agregó en su cuenta de Twitter.
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En Ademys, un sindicato de casi 1500 afiliados, ya establecieron que no están dadas las condiciones para que los trabajadores de la educación y los chicos estén en las aulas: “Hubo un aumentó del 50% la cantidad de casos positivos en la Ciudad desde que volvieron las clases», comentó la secretaria general del sindicato, Mariana Scayola. Y señaló que este es «el alerta» que su gremio ya había mencionado «en su momento”.
En este escenario, el Ministerio de Educación porteño mostró preocupación por la poca cantidad de testeos a los que se sometieron los maestros. Hasta la semana pasada, de un total de 110 mil, se hicieron la prueba de COVID unos 35.653. (32,4%). Y solo el 0,4% lo hace al menos cada 15 días, como recomienda el gobierno. También se habilitó a todo el personal docente y no docente de la Ciudad a testearse en horario laboral. Es decir que podrán ingresar más tarde, retirarse antes o acudir en el transcurso del horario laboral, «volviendo a prestar servicio una vez concluido el trámite», expresó la cartera en un comunicado.
La apuesta de Ciudad es continuar con las clases presenciales, en línea con las definiciones de Nicolás Trotta, ministro de Educación, quien dijo que bajo protocolos se debe mantener las clases en las aulas.