El descontrol de precios profundiza la pérdida del poder adquisitivo de los salarios

Más allá de la inercia inflacionaria heredada del mandato anterior, las decisiones económicas de la administración de Javier Milei, que debutó con una devaluación de más del 100% y rápidamente eliminó todo tipo de controles de precios, generó una aceleración de la inflación que ya está impactando duramente sobre el poder adquisitivo de los salarios.

Además, el nuevo Gobierno también dejó sin efecto medidas como la devolución del IVA sobre las compras de la canasta básica a partir del 1 de enero, busca reinstaurar el pago del Impuesto a las Ganancias sobre la cuarta categoría de los salarios (una medida resistida por todo el arco gremial y varios gobernadores opositores) y anticipa una importante quita de subsidios para el transporte (que en los últimos días ya registró nuevos aumentos) y para servicios básicos como la luz y el gas.

Transportes, servicios, productos básicos y alimentos suman más presiones inflacionarias

El incremento de los combustibles de 90% en el último mes, el anunciado aumento de 40% de las prepagas y la próxima suba de las cuotas de colegios privados configuran un escenario muy complejo para todos los asalariados en el primer trimestre del año. Según anticipan consultoras privadas, la inflación de diciembre se ubicaría en torno al 30% y la de enero en un guarismo similar.

A esta dinámica se debe sumar uno de los aspectos que más golpea en los bolsillos de las familias trabajadoras, que es el de la suba de alimentos y productos de la canasta básica por encima de la inflación. Según un informe publicado recientemente por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), en el último mes el incremento de los precios de la canasta básica llegó casi al 50% en los comercios de barrios populares.

«Ollas vacías» frente al Ministerio de Capital Humano por falta de alimentos

Un relevamiento mensual realizado por la entidad sobre 850 negocios de cercanía de barrios populares, en 20 distritos del conurbano bonaerense, confirmó que “una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as en noviembre pasado necesitaba para adquirir sus alimentos indispensables durante todo el mes $182.905”, mientras que en el mes de diciembre (ya con Milei como presidente) “la misma familia requirió para tener los mismos alimentos en su mesa la suma de $271.572 o sea 48,48% más que treinta días antes”.

El informe del ISEPCI concluye: “Esta abrupta suba en diciembre también contribuyó a elevar fuertemente la variación anual, que ya venía muy alta (185% de noviembre 2022 al mismo mes de 2023). Así a lo largo de todo el año 2023 la canasta básica alimentaria subió por encima del 323%”.

Este panorama de aumentos descontrolados, lógicamente suma presiones sobre las paritarias de diversos gremios que aún tienen abiertas negociaciones para cerrar las respectivas recomposiciones salariales correspondientes al año 2023, con negociaciones que se realizarán en un clima de fuerte inestabilidad económica y política.