Transportes, servicios, productos básicos y alimentos suman más presiones inflacionarias

Desde el primer día de 2024 comenzaron a aplicarse una serie de significativos aumentos en distintos productos y servicios a nivel nacional, una dinámica de incrementos de precios que, según se anticipa, se mantendrá durante los primeros meses del año, golpeando duramente sobre el poder adquisitivo de los salarios. Alimentos, productos básicos, servicios y transporte ya avanzaron con las remarcaciones.

Después de varias negociaciones con el Gobierno nacional, que había anticipado la eliminación plena de los subsidios al sector pero tuvo que recalcular, finalmente se acordó que las tarifas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se finen en un mínimo de $76,92 y un máximo de $105,45. Y ya se anticipó otro aumento para el 1 de febrero, con algunas empresas de colectivos que ya anticipan boletos de hasta 400 pesos.

«Ollas vacías» frente al Ministerio de Capital Humano por falta de alimentos

A partir del 15 de enero comenzará a aplicarse un incremento del 45,32% en el boleto de trenes entre CABA y provincia de Buenos Aires. El mismo día la Ciudad de Buenos Aires llevará adelante una audiencia para establecer las nuevas tarifas de taxis, anticipándose un aumento de aproximadamente el 50% hasta el mes de marzo, con una bajada de bandera que llegaría a superar los 850 pesos.

El gobierno porteño también anticipó un aumento de 56% en la tarifa del subte para este mes de enero, pasando de 80 a 110 pesos, con otra suba programada para febrero, que llevaría el viaje a $125. El Premetro comenzará a costar $38,50 a partir de este 5 de enero. A esto se suman aumentos confirmados por el gobierno de la Ciudad para VTV, el estacionamiento medido y los peajes de las autopistas urbanas.

En cuanto a la canasta básica, y especialmente los alimentos, sufrieron una brutal disparada tras el triunfo del nuevo gobierno, que anticipó el fin de todos los controles estatales a los precios, dando vía libre a un furor de remarcaciones. La proyección inflacionaria para el mes de diciembre es de alrededor de un 24%, con enero pudiendo llegar hasta cerca del 30%. En ese marco, las fiestas mostraron un durísimo golpe al bolsillo de los trabajadores, con aumentos de los productos de la canasta navideña de cerca del 200%.

A causa de estos aumentos, se estima que el consumo masivo se contrajo un 8,4% en la tercera semana de diciembre respecto de la semana previa y un 38,4% frente a la misma del año anterior. Este desplome del consumo implica la posibilidad de cierre de locales de venta y una caída de la producción industrial para esas áreas, lo que redundaría en una significativa pérdida de puestos de trabajo.