La canasta básica alimentaria se lleva el 95% de una jubilación media

Según un informe de la Universidad De Avellaneda, una jubilación media debió destinar en mayo el 94,3% de su ingreso para obtener la canasta básica, y un salario mínimo el 78,5%.

De acuerdo a los datos del IPC del INDEC, el estudio destaca los aumentos que sufrieron los alimentos básicos: la harina subió 98,6%; los fideos, 93%; el pollo, 92,2%; la leche, 85,5%; el arroz blanco, 79,7%; y el aceite de girasol, 70,7%.

«Los bienes alimentarios básicos componen una proporción mayor del consumo de las familias que conforman los segmentos socioeconómicos más bajos, por lo que las subas excesivas en estos productos tienen impacto directo en los indicadores de pobreza y de indigencia», advierte el documento universitario, del que se desprende que quien cobró un salario mínimo en mayo gastó el 80% en alimentos esenciales.

Así, el informe resalta que el valor de la canasta básica alimentaria con respecto a los ingresos de las jubilaciones medias y de los salarios mínimos aumentó más del 14 puntos en ambos casos. Entre mayo de 2018 y mayo de 2019, los alimentos esenciales pasaron a representar el 94,3% de una jubilación media, lo que supone un aumento del 14,7 puntos; y el 78,5% de un salario mínimo, o sea una suba del 14,3 puntos.

Del análisis de los datos, la Undav concluye que «en relación al índice de salarios, se registra una caída de poder de compra de alimentos y bebidas en el orden del 17,8%».

En la variación interanual de mayo, los alimentos aumentaron 64,9%, es decir, se ubicaron 7,6 puntos porcentuales por encima de la inflación general del mes. Y en lo puntual de acuerdo a datos del Gran Buenos Aires, el aumento de los productos básicos sobre la inflación general: en Leche, lácteos y huevos, fue de 24,3 puntos más; en Aceites, grasas y mantecas, 24,2 puntos; y en Café, té, yerba y cacao, 17 puntos, lo que reduce los ingresos a alimentos y bebidas imposibilitando la compra de medicamentos, indumentaria y otros bienes.