Al igual que en la Ciudad de Buenos Aires, donde un fallo del juez Gallardo prohibió la actividad, en España la Justicia arremete contra Glovo, la app de delivery que genera trabajo precario para miles de jóvenes e inmigrantes en muchos países del mundo.
En el caso del país ibérico, el Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Asturias falló a favor de un trabajador, confirmando que existe «una relación laboral» entre él y la popular compañía. Como sucede en muchos lugares del mundo, las plataformas digitales no reconocen relación alguna con sus empleados.
Duro revés judicial para Glovo, Rappi y PedidosYa: no podrán seguir operando
Pero, tal como figura en el fallo, «la calificación de los contratos no depende de la denominación que les den las partes contratantes, sino de la configuración efectiva de las obligaciones asumidas en el acuerdo contractual y de las prestaciones que constituyen su objeto».
Y justificó la relación entre los «raiders» y Glovo, Rappi y tantas otras que surgieron en este tiempo: «Es impensable que el actor pudiera desempeñar su trabajo transportando comidas entre los restaurantes y los eventuales clientes, en calidad de trabajador autónomo, al margen de la plataforma y con sus solos medios».