El Ministerio de Trabajo dictó la Conciliación Obligatoria y se levanta el paro de Ferroviarios

Finalmente, Claudio Moroni, ministro de Trabajo dictó la medida que deja sin efecto el paro que los choferes de trenes de La Fraternidad habían convocado para este martes y se había hecho efectivo en horas de la mañana.

El referente del gremio, Omar Maturano, sostuvo que el motivo de la huelga es el reclamo de una deuda con la obra social del sector por la que había anticipado una medida de fuerza de 72 horas dividida entre este martes con continuidad a fin de Año: el 31 de diciembre y el 1 de enero próximos.

También destacó que desde que a mediados de la semana pasada le pusieron fecha al paro, se buscaron encuentros con las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) sin encontrar “eco a la necesidad de analizar el grave tema, que convirtió en deficitaria a la obra social”. “Los funcionarios de la SSS no convocaron al gremio a encuentro alguno, por lo que el gremio ratificó el paro nacional de 24 horas del martes 22 y advirtió que de proseguir esa actitud profundizará las acciones”,

“La salud debe ser esencial y los ferroviarios son también trabajadores esenciales. Así lo demostraron durante toda la pandemia de coronavirus. Es impensable suponer que una obra social superavitaria se haya convertido en deficitaria por el solo hecho de que se le retiene una abultada deuda desde hace años”, agregó el gremialista.

La deuda reclamada por los ferroviarios supera los 140 millones de pesos. “Es dinero que ya desembolsó para atender la salud de sus afiliados y que solo se le reconocerá a valores de 2017”, detalló Maturano. El reclamo en torno a las obras sociales sindicales fue uno de los principales temas que discutieron los integrantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) en su reciente almuerzo con el presidente Alberto Fernández en Olivos.

Finalmente, la solución tripartita que se esperaba el día anterior de parte de los ministerios de Salud, Trabajo y Transporte llegó, pero ya con largas filas de gente, que imposibilitadas de tomar el tren intentaban abordar los escasos micros que había puesto a disposición la cartera de Mario Meoni, hasta alcanzar por fin la regularización del servicio en horas cercanas al mediodía.