El gobierno aumentó el biodiesel, que impactará en combustibles y precios

El Gobierno decidió aumentar un 17% el precio del biodiesel, que aún mantiene un valor regulado, lo que impactará inmediatamente sobre los precios del gasoil e indirectamente seguirá sumando presiones a la inflación.

La publicación en el Boletín Oficial de la resolución 3/2018 de la nueva Secretaría de Energía, con firma del ex ministro Javier Iguacel, confirmó un aumento de $22.589 a $26.509 por tonelada. Los combustibles diesel tienen por ley un componente de 10% de biodiesel, mientras que las naftas uno de 12% de bioetanol. Así, el aumento de este componente regulado suma un nuevo elemento de presión sobre los combustibles, que las petroleras aumentaron dos veces en lo que va del mes.

La Resolución explica que la suba se justifica por “las recientes alteraciones cambiarias” y el impacto que tuvo el nuevo régimen de retenciones en los precios del aceite de soja (principal insumo para la elaboración del biodiesel). Según explicó Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha): “El biodiésel es un componente del gasoil y siempre cualquier fluctuación tiene incidencia en el precio final. Esa actualización depende de la petrolera, que decide llevar a cabo o no el ajuste. Era previsible el aumento del biodiésel porque su valor estaba más retrasado que lo que aumentaron los combustibles”.

Por su parte, Gabriel Bornoroni, titular de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac), detalló: “Los combustibles suben o bajan por tres elementos, dólar, petróleo Brent y los biocombustibles. Si alguna de estas variables sube, debería subir proporcionalmente”. Sin embargo, relativizó la incidencia inmediata del aumento: “De todas formas, muchas veces la petrolera espera para aumentar en conjunto con el resto de las variables”.

Los combustibles ya aumentaron entre 8 y 12% en lo que va de septiembre y se espera que las petroleras sigan aplicando nuevos aumentos, ya que consideran que sus precios aún se encuentran retrasados. Además, para el mes de diciembre de prevé un nuevo aumento del impuesto a los combustibles (ajustado por inflación), que también sumará presiones alcistas a la inflación e, indirectamente, a los precios en toda la cadena de producción y distribución.