El informe de este mes de enero de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) nos hace saber que la producción nacional de madera está en caída libre. De acuerdo a los datos que aporta el trabajo, casi la mitad de las empresas redujo su planta de personal, por la caída estrepitosa de la producción en el 78,3% de las fábricas del rubro.
Asimismo, desde la entidad previeron que la producción de bloques de madera y muebles tuvo una caída en 2018 del 8% con respecto a 2017.
El Observatorio de la Madera y el Mueble también registró que el 85% de las empresas disminuyeron sus ventas durante el año pasado y el 42% estima no tener buenas expectativas para el 2019 ya que el nuevo aumento de servicios -55% en promedio- elevará los costos asociados, que se suman a insumos en dólares y a la recesión que aún debe atravesar su peor momento.
La FAIMA se ilusiona con poder reactivar el sector si relanzan la Línea de Crédito de Inversión Productiva (LCIP), si bajan las tasas de los programas como Ahora 12, que por un lado bajarían los costos y por otro volverían más accesibles los productos.
También si se lleva adelante la promesa de «reforma tributaria» que hizo el gobierno en la que se habilita la posibilidad de descontar el 100% del mínimo no imponible de las contribuciones patronales. «Allí la ecuación económica puede ser otra» señalan desde la Federación.
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