Ecuador: Una semana de lucha callejera contra las medidas del Gobierno y el FMI

Desde el miércoles pasado, Ecuador atraviesa un complicado proceso de movilizaciones sociales masivas contra el gobierno de Lenin Moreno. En un contexto de graves problemas de liquidez y altísimo endeudamiento en una economía dolarizada, el presidente decidió -en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional- eliminar los subsidios a los combustibles, lo que se tradujo en un incremento de precios del 100% y un estallido popular de repudio. Ya se contabilizan un muerto, 73 heridos y 477 detenidos.

Con la ciudad de Quito paralizada por la falta de transportes públicos y multitudinarias protestas (que el día jueves de la semana pasada protagonizaron choques con las fuerzas de seguridad que dejaron decenas de heridos y más de 300 detenidos), Moreno decidió declarar el “estado de excepción” por sesenta días y militarizar las calles del país. Pero la medida no logró frenar las protestas.

En abierto desafío a la decisión presidencial, la mayoritaria Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) también decidió declarar un “estado de excepción en todos los territorios indígenas”, por lo que militares y policías que se acerquen a estas tierras serán “retenidos y sometidos a la justicia indígena (reconocida por la Constitución)”. Según portavoces de la Conaie, ya han sido detenidos varios uniformados, lo que es negado por el Gobierno.

El día domingo, quinto día de manifestaciones y bloqueos de carreteras, se produjo la primera víctima fatal del proceso de lucha, cuando un manifestante perdió la vida al ser atropellado por un camión. La ministra de Gobierno María Paula Romo informó que además el Gobierno reconocía otros 14 civiles heridos, entre ellos un joven que perdió un ojo, y 477 arrestados, en su mayoría por actos vandálicos.

Entre los detenidos por las manifestaciones del 3 y 4 de octubre se cuenta el presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte en Taxis (FEDOTAXIS), Jorge Calderón, acusado del delito de “paralización de servicio público”. El ex presidente Rafael Correa se solidarizó con el referente gremial desde el extranjero y calificó a su detención como “otro abuso”.

El lunes miles de indígenas ecuatorianos fueron arribando a la ciudad de Quito, luego de marchar desde distintas localidades del interior del país, para sumarse a las protestas, obedeciendo a la consigna de la Conaie por un “levantamiento” progresivo. Este miércoles, los indígenas y campesinos confluirán en una masiva protesta nacional con el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la central obrera más importante del país, buscando que el gobierno derogue la eliminación de subsidios al combustible.

El mismo lunes, el presidente Lenin Moreno decidió abandonar la colapsada ciudad de Quito y trasladar la base de gobierno a Guayaquil. En un mensaje por cadena nacional, acompañado por el vicepresidente Otto Sonnenholzner y el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín, Moreno defendió las medidas económicas, acusó al ex presidente Rafael Correa de buscar desestabilizar el Gobierno y sembró sospechas sobre una posible intervención venezolana en lo que definió como un intento de “golpe de Estado”.