Producto del proceso inflacionario y la devaluación que existió, distintos estudios marcan que el salario real lleva una caída del 17% desde que Mauricio Macri tomó el control de la Casa Rosada. Por ejemplo, mediciones privadas señalan que IET (Instituto de Trabajo y Economía) ofrecen ese número, con una pronunciada caída en diciembre pasado, del 13,4%.
Para Mara Ruiz Malec, analista de dicha entidad, «el contexto es muy complejo: hay recesión, hay pérdida de puestos. Y también creemos que la inflación esperada por el gobierno está subestimada. Así que es posible que haya una nueva caída del poder adquisitivo. Si no hay un nuevo salto del dólar, esa pérdida debería ser mucho menor que la del año pasado».
Las perspectivas tampoco son buenas de cara a un año electoral: «En un contexto de continuidad de suba de tarifas, pérdida de dinamismo del mercado de trabajo y un exigente ajuste del gasto público, no será posible compensar el arrastre estadístico de la baja del consumo, estimado en 5%».
En esa línea se pronunció Ecolatina, que si bien admite que los salarios podrían ganarle un punto a la inflación de este 2019 dejan en claro que el poder adquisitivo «caería nuevamente, esta vez un 3% en el promedio anual» por el arrastre negativo de los últimos meses del año pasado.
Los números oficiales también se hacen eco de la importante baja del sueldo: para la Secretaría de Seguridad Social la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) de noviembre cayó 13,2% interanual en términos reales. Y ya anticipó que 2018 terminará «con la mayor pérdida de poder adquisitivo desde 2002».
