APJ-Gas resalta el actual estado de movilización para “despabilar” a legisladores “que hacían la plancha o querían ser genuflexos con el poder de turno”.

La Asociación de Trabajadores Jerárquicos del Gas (APJ-Gas) definió como un “triunfo parcial de las movilizaciones” del 24/Ene, tanto el “retiro de los capítulos fiscal y previsional como el intento de reponer el impuesto a las ganancias”.

Según la organización que lidera Rubén Ruiz, las “contundentes” acciones sindicales impidieron que “surtieran su efecto” a pesar de la pretensión que “pasara de largo” que tenía “el gobierno y la mayoría de los medios masivos de comunicación”.

El comunicado de APJ-Gas afirma que estas acciones gremiales “despabilaron algunos diputados/as y senadores/as que hacían la plancha o querían ser genuflexos con el poder de turno”.

El sindicalismo se envalentona en la continuidad del plan de lucha, mientras busca exhibir posturas de legisladores y jueces frente a la reforma laboral.

“Por supuesto que las presiones y los encuentros secretos se multiplicaron pero la voluntad popular se expresó diáfana y firme en todo el territorio nacional y jugó como contrapeso eficaz a la política palaciega” explicita. Y fija posición al respecto, “no había espacio para que la ley ómnibus y el DNU pasaran como si nada. Una cosa es ganar una elección y otra arrasar con los derechos conquistados durante décadas por miles de trabajadores/as que lucharon ininterrumpidamente para vivir mejor y transformar su lucha en leyes concretas”.

También apunta sobre las “facultades delegadas”, planteando el desafío de “ver si somos capaces de continuar presionando para evitar un colapso mayor de la vida económica y política que nos lleve a lugares peores”.

Y hace una especificación sobre “el capítulo laboral del DNU” que está en manos de la justicia y que hasta aquí “se encuentra suspendido y seis de sus artículos fueron declarados inválidos por la justicia nacional del trabajo”.

Quién y qué gobierna una Democracia en Estado de Alerta entre cheques en blanco, aprietes y mojada de orejas.

En este sentido detalla puntualmente lo inhabilitado de aplicación enumerando “el respeto irrestricto de las doce horas de descanso entre jornada y jornada y la ultraactividad de los convenios colectivos”. En cuanto al derecho de huelga se marca que sigue vigente a pesar de la intención del gobierno de avanzar sobre esta conquista de protesta gremial que rige en nuestro país.

También hace referencia al “proyecto de ley que intentaba reponer el injusto impuesto a las ganancias sobre los salarios de un millón de trabajadores/as“, que fue retirado.

Finalmente, en una invitación a la activa participación de todo el campo laboral, aclara que “son pasos necesarios pero no suficientes. Habrá que construir mayor unidad y generar nuevas formas de participación para escuchar todas las voces, discutir sin hipocresía y decidir rumbos colectivos que tengan como bandera el bienestar de las mayorías y la soberanía nacional”.