Durante la noche de este lunes, un motociclista que estaba haciendo delivery fue atropellado por una camioneta en el barrio de Flores y perdió su vida. El accidente fatal se produce en medio del debate sobre la legalidad de las plataformas de pedidos a domicilio Rappi, Glovo y Pedidos Ya, que fueron prohibidas por la Justicia porteña por no reconocer a sus trabajadores como empleados, no proveerles las mínimas medidas de seguridad para la circulación en la ciudad y no responsabilizarse por eventuales accidentes.
El accidente de Avellaneda se produjo a minutos de las tres de la mañana en la esquina de las calles Boyacá y Avellaneda, en el barrio de Flores. Según confirmó la Policía de la Ciudad, el motociclista perdió la vida instantáneamente luego de ser embestido por una camioneta Amarok al cruzar en rojo el semáforo de calle Boyacá. Interviene en la causa el Juzgado Criminal y Correccional N°58, a cargo de Rita Acosta.
El viernes pasado, el juez porteño Roberto Gallardo prohibió que operen en la ciudad las empresas que ofrecen el servicio de delivery (Rappi, Glovo y Pedidos Ya), por falta de regulación de sus “rapitenderos”, que son contratados como monotributistas, sin que la empresa reconozca responsabilidades o les provea de un servicio de ART. Más allá de numerosos accidentes menores, ya se registraron accidentes fatales de los trabajadores de estas empresas.
Duro revés judicial para Glovo, Rappi y PedidosYa: no podrán seguir operando
A partir de la prohibición judicial, y confiando en que la Ciudad apelará la medida, las empresas vienen trabajando “clandestinamente”, sin dejar de tomar pedidos y obligando a sus repartidores a ocultar los logos identificatorios para no ser detenidos por la policía ciudadana.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteña Horacio Rodríguez Larreta, salió este lunes a defender la actividad de las mismas y a cuestionar duramente el fallo del juez Gallardo: “Lo de Gallardo es cualquier cosa. El tema es que después todas (las resoluciones) se las apelamos y se las ganamos”. En cuanto a los señalamientos sobre la falta de garantías de seguridad consideró que hay que “ver cómo se regulan” las aplicaciones, pero señaló que “otra es prohibirlo y dejar en la calle un tendal de gente, justo con la necesidad de trabajo que hay”.