En las últimas horas el Sindicato de Trabajadores Viales y Afines (STVyARA), que encabeza Graciela Aleñá, se declaró en “estado de alerta y movilización permanente” ante las declaraciones del presidente electo Javier Milei anticipando que en su mandato contempla una inversión cero para obra pública. Ante este panorama, el gremio anticipó que en los próximos días se llevarán a cabo asambleas en todo el país.
“Somos un sindicato y como tal vamos a luchar por los derechos de nuestros trabajadores. Representamos a un colectivo social y lo vamos a defender”, sostuvo Aleñá (también Secretaria de Igualdad de Oportunidades de la CGT), añadiendo que “la protesta no es una extorsión, sino un derecho”. “Y el derecho a huelga está genuino y nosotros vamos a estar en las calles como corresponde, utilizando todas las herramientas legales que la democracia nos da para enfrentar a este gobierno que ideológicamente tiene conceptos muy diferentes a los nuestros en cuanto a justicia social y leyes laborales”, remarcó la gremialista.
Aleñá también salió al cruce de las declaraciones de Milei contra la obra pública: “No vamos a perder la obra pública, ni Vialidad, ni el trabajo. Estamos para contenernos entre todos, estar juntos y unirnos que es el único camino para seguir adelante”. Y agregó: “Defender los derechos de los trabajadores no es extorsionar. Vivimos en democracia, con lo cual tenemos el derecho a protestar frente a lo que consideramos la quita de un derecho adquirido”.
Para terminar, la dirigente recordó la resistencia del gremio durante los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri y advirtió que estarán nuevamente “presentes en la calle luchando” para “defender los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras”. “Nuestro rol es central y estamos diseminados en todo el país. Ya intentaron convertirnos en un ente residual y privatizar nuestras funciones y no pudieron. Si lo intentan, no podrán ahora tampoco», concluyó.
Trabajadores de Vialidad recordaron los 20 años del intento de privatización de De la Rúa
Además, el gremio cuestionó la reorganización estatal que anticipó Milei, con un Ministerio de Infraestructura (que absorbería a Transporte, Obra Pública, Energía, Minería y Comunicaciones) a cargo del ex director de KPMG Argentina y ex funcionario macrista Guillermo Ferraro. Particularmente se criticó la posibilidad de que Carlos Bastos (quien como ministro de Infraestructura y Vivienda de la Nación durante el gobierno de la Alianza quiso privatizar Vialidad), integre esa cartera como segundo de Ferraro: “Si nombran a Bastos sacamos las topadoras y máquinas que disponemos y bloqueamos todos los pasos fronterizos. Bastos es el enemigo”.