Después de la contundente derrota del oficialismo en las elecciones primarias de este domingo, los mercados financieros arrancaron el lunes con un nuevo desplome de los bonos y acciones argentinos y con la devaluación del peso más importante desde la asunción de Mauricio Macri, a fines de 2015.
En un clima de pánico financiero después de que el frente Juntos por el Cambio perdiera por más de 15 puntos de diferencia en las elecciones nacionales, la cotización de la divisa estadounidense aumentó más de un 30% en unas pocas horas, llegando a venderse a 65 pesos en algunos bancos de la City porteña. El riesgo país que mide la consultora internacional JP Morgan también superó su techo de los últimos meses, ubicándose por encima de los 900 puntos.
El Gobierno nacional no emitió ninguna señal para intentar tranquilizar a los mercados, aunque está prevista una reunión de Gabinete para las 15.30, al cierre de los mercados, y se anuncia que Macri emitirá un mensaje al país por la tarde. Desde la oposición, se le exigió al Gobierno “responsabilidad” para atravesar la transición, utilizando las herramientas del Banco Central para evitar la debacle financiera y una devaluación aún mayor que, como se sabe, termina impactando negativamente en el poder adquisitivo de trabajadores, jubilados y beneficiarios de distintos planes sociales.
Como es tradicional en nuestro país, especialmente en el marco de una economía fuertemente dolarizada, la suba del dólar implica un traslado casi inmediato a precios, lo que alimentará una nueva disparada de la inflación, que desde el oficialismo se prometía tener controlada hasta fin de año, al menos.