En la ciudad de Londres, Inglaterra, Uber, la plataforma digital de transporte privado, perdió su licencia al no ofrecer seguridad en su sistema. De acuerdo al gobierno de la capital inglesa, la aplicación se actualizó y permitió que conductores no autorizados cargaran sus fotos en otras cuentas, lo que implicaba que pudieran recoger pasajeros como si fueran el chofer contratado, algo que ocurrió en al menos 14.000 viajes.
Es la segunda ocasión en la la compañía que nació en Sillicon Valey, Estados Unidos, pierde su licencia para operar en Londres en 2 años y ahora deberá apelar la disposición, que considera «extraordinaria y errónea», con un plazo máximo de 21 días. Desde la administración londinense, precisamente desde el área de Transporte, consideraron que se «ha identificado un patrón de fallas por parte de la compañía, incluidos varios incumplimientos que pusieron en riesgo a los pasajeros y su seguridad».
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«Pese a abordar algunos de estos asuntos, TfL no confía en que no vuelvan a ocurrir asuntos similares en el futuro, lo que llevó a la conclusión de que la compañía no es apta en este momento», agregó. La empresa respondió que habrá mejoras: «Durante los dos últimos meses hemos auditado a todos los conductores en Londres», dijo Jamie Heywood, jefe de Uber en Europa del Norte y Este.
«Tenemos robustos sistemas y controles vigentes para confirmar su identidad e introduciremos pronto un nuevo proceso de reconocimiento facial, que creemos que es el primero en la contratación privada y de taxis en Londres», indicaron.