La reconocida pizzería Podestá de Once funciona desde 1887 y es testigo de innumerables crisis que ha vivido el país desde ese entonces. Hoy, en medio de la pandemia, se encuentra con sus dos locales cerrados y con 34 trabajadores que no cobraron los salarios de marzo y abril.
Por ese motivo, y aun a sabiendas de la prohibición de manifestarse en éstas circunstancias, los trabajadores decidieron arriesgarse y reclamar cada día frente al local de Jujuy y Rivadavia: “hasta que no recibamos una respuesta, seguiremos parados en la puerta”, afirmaron los empleados.
Con carteles, han empapelado las vidrieras. Los textos reflejan el pedido de que paguen los sueldos adeudados. Ambos locales cerraron cuando arrancó la cuarentena, luego Once reabrió por tres semanas con delivery pero volvió a cerrar sus puertas.
Por otra parte y según señalaron “la empresa solicitó el ATP y lo recibimos pero «estamos contratados con media jornada, por eso cobramos menos de $6000” y “no somos todos”, reconocieron algunos de los manifestantes.
La falta de pago, si bien puede atribuirse a la crisis generada por la pandemia, también la atribuyen a la mala fe del dueño que “es accionista en muchos otros locales gastronómicos”.
Las afectadas son 34 familias y la mayor preocupación reside en que -según trascendidos- el local de Corrientes no volvería a abrir.