Trabajadores y trabajadoras de las cadenas de comida rápida, que se encuentran cerradas desde el pasado 20 de marzo por la cuarentena obligatoria, comenzaron a organizarse para reclamar por los injustificados recortes salariales que recibieron con el pago de los salarios correspondientes al mes de marzo. En algunos casos se les descontó hasta un 50% de los sueldos, además de restar el presentismo como si la ausencia fuera por una decisión personal. También reclaman falta de asistencia e información por parte de la Federación de Trabajadores Pasteleros, Servicios Rápidos, Confiteros, Heladeros, Pizzeros y Alfajoreros.
La multinacional McDonalds, con presencia en 119 países, en nuestro país está representada por la empresa Arcos Dorados. Ésta y otras cadenas similares son conocidas por históricos reclamos respecto de los niveles de superexplotación a los que someten a sus trabajadores, en muchos casos con pagos por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil, en particular sobre jóvenes para los estos empleos representan su primer trabajo. Pero en los últimos días las redes sociales estallaron con nuevas denuncias sobre las liquidaciones del mes de marzo, donde no se liquidaron horas trabajadas, se descontó injustificadamente el presentismo y se pagó sólo un porcentaje de las horas establecidas por el convenio. Los trabajadores de la franquicia del payaso Ronald directamente popularizaron el hashtag “McEstaba”, que este viernes se combinó con el de “SiNoTrabajoNoComo”, que fue tendencia en redes.
Desde Estado de Alerta, dialogamos con Verónica, de 27 años, que hace dos que trabaja en una sucursal de la cadena en zona oeste. Después de denunciar condiciones generales de trabajo con un alto grado de precarización (“Lo nuestro es muy informal, no tenemos horario fijo sino rotativo, no tenemos sueldo ni vital ni móvil, ni siquiera un salario mínimo, tampoco trabajamos las horas correspondientes al contrato, ya que muchas veces son menos horas, por lo que nuestro sueldo es completamente variable”), confirmó que en el marco de la cuarentena obligatoria dispuesta por el presidente Alberto Fernández a partir del pasado 20 de marzo los empleados de la cadena recibieron pagos mucho menores a lo esperado, además con criterios de liquidación de horas absolutamente “incomprensibles”.
Denuncian despidos, presiones laborales y ausencia del Sindicato Pastelero en el Hard Rock Café
Después del cierre de los locales, sus empleados intentaron obtener información de los respectivos gerentes, que decían no tener todavía claro cómo iba a ser el pago y prometían informar cuando tuvieran data cierta. Se esperaba que como mínimo se liquidaran las 48 horas mensuales que garantiza el contrato del rubro en caso de un cierre de los locales por causa de fuerza mayor, pero luego de que se multiplicaran los reclamos de los trabajadores, que comenzaron a denunciar la situación ante el Ministerio de Trabajo y a presionar a la Federación de Pasteleros, el gremio anticipó el pago de 60 horas mensuales, con presentismo y apenas el descuento de obra social. Sin embargo, a partir del sábado 4 en que comenzaron a cobrarse las liquidaciones reales de la segunda quincena de marzo la realidad fue muy distinta, en contradicción con el reciente decreto nacional que establece que «durante la vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio, los trabajadores y trabajadoras del sector privado tendrán derecho al goce íntegro de sus ingresos habituales».
Explica Verónica que: “Se liquidaron muchísimas menos horas de las que correspondía. En muchos casos lo único que liquidaron fueron 17 horas, más algunas de las trabajadas durante los primeros días de la quincena. Y encima nos hicieron todos los descuentos sobre esas 17 horas, además de descontarnos el presentismo. Y muchos contábamos con ese dinero”. Luego detalló: “Hubo compañeros a los que le faltaron hasta 3500 pesos de sus quincenas. A otros, como no tenían horas, directamente no se sabe qué liquidaron. A algunos les pagaron mil pesos, a otros 600 y a uno hasta 40 pesos. Fue muy variable y ni siquiera supimos de qué se agarraron para liquidar las horas”. En el mismo sentido, los baristas de Starbucks denuncian el cobro de «quincenas promedio» de 3500 pesos, con las que es imposible pensar en la subsistencia durante quince días.
Las empresas que integran la Cámara Argentina de Establecimientos de Servicio Rápido aseguran que el descuento máximo que sufrieron los pagos fue de 20% y que todo se realizó conforme al Convenio Colectivo de Trabajo del sector, que en el artículo 6 inciso B establece que en una “situación excepcional” como la actual se deben liquidar 48 horas en vez de las 60 previstas en el convenio. “Los salarios fueron abonados en tiempo y forma conforme a la legislación vigente”, afirman. Y luego sostienen sin vergüenza que las empresas del sector pusieron “a su gente y su fuente laboral como prioridad en este momento difícil y han cumplido con el compromiso de pago a cada uno de sus empleados, a pesar de que en muchos casos no se encuentren prestando tareas por permanecer los locales cerrados”.
Aunque ya había comenzado un contacto informal antes de la fecha de cobro en que estalló el escándalo, desde ese momento se fortaleció la comunicación con trabajadores de las distintas cadenas de comida rápida que enfrenan situaciones similares: Wendy´s, Burger King, Mostaza, Hard Rock Café, Starbucks, Kentucky Fried Chicken y otras. Así se comenzaron a coordinar acciones a través de grupos de WhatsApp para reclamar a las distintas empresas y presentar las denuncias ante el Ministerio de Trabajo. “Nuestro reclamo es que se completen los pagos, que sea total, así sean las 48 horas que corresponden mensualmente, más el presentismo que nos corresponde porque nosotros no faltamos porque quisimos. Queremos reclamar y llegar a un acuerdo”, concluyó Verónica.
A pesar de que el gremio le dirigió hace algunos días una carta al ministro de Trabajo Claudio Moroni donde se denuncia “que las empresas del sector, de manera unilateral, inconsulta y en violación de las normas de emergencia dictadas por el gobierno han liquidado y abonado los haberes correspondientes al mes de marzo con drásticos e inexplicables recortes, sin respetar la integralidad y habitualidad de los citados ingresos, tal como señala el dispositivo legal citado”, entre los trabajadores de comidas rápidas también se multiplican las críticas al accionar gremial, por las informaciones confusas que ha puesto a circular y por la falta de respuestas concretas ante esta crítica situación que atraviesan miles de trabajadores en el país.