La titular de la cartera de Capital Humano, Sandra Petovello, decidió desplazar a Horacio Pitrau de su rol como subsecretario de Trabajo, es decir, como segundo de Omar Yasin, rol para el que había sido confirmado pero aún no formalmente designado. Pitrau, de muchos vínculos con la Confederación General del Trabajo (CGT) representaba al ala más negociadora del Gobierno, pero fue eyectado tras la confirmación del paro general cegetista del 24 de enero.
Según trascendió, la decisión de desvincular a Pitrau, un abogado penalista y con especialización en Derecho Penal y en Relaciones Gremiales, no fue de Yasin sino de la misma Petovello, después de que la funcionaria comenzara a sentir la presión de manejar una cartera que unificó cinco ministerios, para muchos de cuyos cargos aún no tiene siquiera designaciones. El clima de optimismo en cuanto a las negociaciones con la CGT se disipó la semana pasada, tras el anuncio del paro, que constituirá la primera prueba de fuerza del Gobierno en relación con el movimiento obrero.
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Aunque la cartera laboral pudo presumir de la foto con el líder de Comercio Armando Cavalieri, a quien finalmente se le garantizó la continuidad de las cuotas gremiales, lo que imaginaban como un escenario de negociaciones individuales con los distintos referentes sindicales finalmente quedó como una excepción, con todos los gremios alineados con la medida de fuerza contra el DNU 70, que pretende imponer una reforma laboral tan regresiva como inconsulta..
Pero el contacto con Cavalieri también desató una interna en el oficialismo, con Federico Sturzenegger, que en los últimos días también tuvo duras declaraciones contra el gremialismo, que fueron repudiadas por la CGT, planteándole a la titular de Capital Humano su negativa intransigente respecto del acuerdo por el cobro de la cuota sindical. También el Jefe de Gabinete Nicolas Posse cuestionó el acuerdo, lo que terminó decantando en un pedido de renuncia del responsable de la reunión. Así, el alejamiento de Pitrau también implica un endurecimiento oficial y una señal de que no estarían apostando por el camino de la negociación.