Anticipan que Brasil crecerá sólo al 1% en 2022 y los coletazos dañarán a la metalmecánica y las automotrices argentinas. Las expectativas que planteó el Banco Central de Brasil dan muestra de que nuestro principal socio comercial tendría una expectativa de crecimiento para el 2022 no mayor al 1%, indicador clave para la industria argentina, pues es el principal receptor de las exportaciones manufactureras, lo que anticipa efectos negativos sobre la economía local.
Se produciría una fuerte desaceleración del nivel de actividad dado que el crecimiento del PIB sería de sólo el 1% en 2022 mientras que hace cuatro semanas se proyectaba un alza del 1,54% para el mismo período. Incluso hay informes de bancos privados que hablan de una posible retracción del PBI que podría alcanzar hasta un 0,5%
La caída de las proyecciones vienen de la mano de un mayor costo del combustible, la menor perspectiva de demanda de China tanto de bienes primarios -como ya se evidenció en octubre con la carne- como de bienes industriales; las luchas políticas con las que choca Guedes para avanzar con reformas económicas de fondo y, sobre todo, están atadas a una política monetaria más dura para combatir la inflación.
Es que el Banco Central tenía por meta de inflación el 3,75% este año (con un margen de hasta el 5,25%) y los precios vienen más cerca de cerrar al 9,4% el año. Por eso, el mercado ahora espera una política monetaria más dura para devolver el año próximo la inflación a la zona de cumplimiento de la meta del 3,5% (+/- 1,5).
Para la Argentina no son buenas noticias. Se estima que, por la integración económica entre ambos países y los efectos de demanda del resto del mundo y precios internacionales que afecta a ambos países, por cada punto que crece Brasil, Argentina crece hasta medio punto porcentual.
Hay que tener en cuenta también que “la caída de la demanda en el mercado interno de Brasil puede llevar a que muchas empresas intenten volcar excedentes de su producción en Argentina generando un perjuicio sobre los fabricantes locales”.
El contexto que aporta el principal socio comercial argentino es complejo ya que a los indicadores económicos mencionados se suma el impacto de “la creciente incertidumbre política de cara a las elecciones, los niveles elevados de polarización y la erosión de los indicadores de confianza de los consumidores”.
Con la inflación en alza y la recuperación desacelerándose, Bolsonaro decidió adelantarse a lo acordado con Argentina para la reducción del arancel externo común del Mercosur y llevar adelante una baja del 10%.
Pese a que el bloque todavía no avanzó con esa medida, para el director de ABECEB la iniciativa unilateral de Brasil no tendrá un impacto considerable en la industria local: “los rubros más protegidos no sufrirán ningún cambio», señalaron.