Después de que el Gobierno de Javier Milei anunciara planes para “racionalizar y optimizar” el funcionamiento de la petrolera de mayoría estatal YPF, el sindicato de trabajadores petroleros de la provincia de Santa Cruz se declaró en “alerta” ante la posibilidad de que se suspendan operaciones hidrocarburíferas en cuencas maduras en ese y otros distritos del país.
El gremio que lideró como secretario general el actual gobernador de la provincia patagónica Claudio Vidal, antes que Rafael Güenchenen asumiera la actual conducción del sindicato, exhibe un conflicto que vuelve a mostrar las actuales diferencias entre el poder ejecutivo nacional y las provincias.
En las últimas semanas, las autoridades de YPF anticiparon un plan para los próximos cuatro años que se enfocará la explotación de hidrocarburos no convencionales en el megayacimiento de Vaca Muerta, con epicentro en Neuquén, desinvirtiendo en las áreas convencionales muy maduras o marginales, que se traspasarían a otras empresas interesadas.
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Así, se anticipó la posibilidad de desprenderse de operaciones en unos 50 bloques convencionales en yacimientos maduros (que hoy implican el 60 % de la producción de petróleo convencional de YPF y el 40 % de su producción de gas convencional) ubicadas sobre todo en Santa Cruz y Chubut.
En este sentido, el secretario General del Sindicato Petrolero, de Gas Privado y Energías Renovables de Santa Cruz (Sipger) denunció: “Están paralizando totalmente la actividad en Santa Cruz. Esto no lo vamos a permitir”.
Tras los anuncios de YPF, este miércoles el Sipger se declaró en “estado de alerta y movilización” y no descarta tomar medidas de fuerza. “YPF tiene una deuda histórica con la provincia, siempre se aprovechó de ella, y ahora, como ve más rentables otros yacimientos como los de Vaca Muerta, la quiere abandonar de manera muy desprolija”, explicó el gremialista.
