Desde que a fines del año pasado el intendente de la localidad bonaerense de San Nicolás Manuel Passaglia anunciara la prohibición del tránsito pesado por el tramo de la Ruta nacional 188 que atraviesa la trama urbana nicoleña, se instaló la preocupación respecto del posible impacto de esta medida en cientos de puestos de trabajo.
La ruta 188 nace en el Puerto y se extiende 40 kilómetros en el Partido de San Nicolás, hasta el límite con Pergamino. El sector de mayor urbanización es el que se encuentre entre los kilómetros 2 y 6,4 (de la intersección con Av. Savio hasta la Autopista Buenos Aires-Rosario), con 13 populosos barrios en ese trayecto en los que viven más de 20 mil personas. El proyecto apunta a que los camiones que no pertenezcan a empresas ubicadas en esta zona (como los que entran y salen del Puerto San Nicolás o el Parque Industrial Comirsa), se desvíen por la ruta 51, que ya pertenece al vecino partido de Ramallo.
Esta ordenanza que “suspende y restringe la circulación del tránsito pesado por la Ruta Nacional 188”, generó un gran descontento en las empresas de carga y transporte, así como del conjunto de las actividades comerciales que dependen de ese flujo de tránsito, que no fueron consultadas para la modificación. Sectores empresariales de San Nicolás, preocupados por el posible impacto económico negativo de la medida (sobre todo en los cientos de comercios de ese tramo), sostienen además que por tratarse de una ruta nacional, Passaglia no tenía competencia para imponer las nuevas regulaciones.
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El Jefe comunal justifica la medida, que apunta a que 8 de cada 10 camiones que circulan en la actualidad por ese sector de la ruta pasen a hacerlo por el camino alternativo, explicando que el objetivo principal es evitar los numerosos accidentes de tránsito que se registran en ese tramo. Pero, si bien el desvío se viene implementando hace meses, todavía la Municipalidad no realizó las obras de infraestructura y señalización necesarias.
Según se informó en las últimas horas, el Municipio ya tendría listo un proyecto de licitación para la “urbanización” del tramo de ruta, que incluye reconstruir el pavimento en todo el tramo en cuestión (afectado por el constante tránsito pesado), ensanchar la arteria hacia las banquinas para mayor seguridad, colocar semáforos y reductores de velocidad, iluminar con tecnología LED, pintar las sendas peatonales y carriles de circulación, y colocar señalética para ordenar el tránsito vehicular y peatonal. El proyecto oficial implica también un programa de concientización de varias semanas sobre los nuevos recorridos para los choferes de camiones, que se hará con volantes, señalización y otro tipo de canales de comunicación.
“Este cambio nos va a permitir reducir los accidentes viales, que los peatones tengan cruces más seguros, tener banquinas limpias y ordenadas y un mayor cuidado y duración del pavimento”, explicó Passaglia. Y agregó: “El proyecto permitirá que 8 de cada 10 camiones que hoy transitan por la ruta 188, dejen de pasar por ahí y utilicen una vía alternativa”.