De los 318.904 docentes y auxiliares inscriptos en la web Buenos Aires Vacunate, ya se realizaron 68.721 aplicaciones, un 21,5% del total. Un número que explica el apuro que existe en territorio bonaerense para cumplir con el calendario programado inicialmente.
Los retrasos estuvieron abocados a la falta de cumplimiento de los laboratorios a nivel mundial, lo que complicó el cronograma armado desde hace meses por el ministro Gollán con el total aval del Gobierno Nacional, a sabiendas de que, lo que suceda en la jurisdicción más grande y poblada del país, será clave para el éxito global.
A ellos se suma el escándalo del Vacunatorio Vip que puso en alarma a los sectores de la oposición, a los medios de comunicación y a parte del Gobierno que rechazó de plano el accionar del ya renunciado ministro, Ginés González García, quien a través de su propia cartera y de otros canales sanitarios, manejaba una agenda paralela de vacunación para allegados al poder.
Salir de ese escollo es el objetivo primordial del Gobernador Axel Kicillof obsesionado con la pandemia y con las acciones llevadas a cabo para combatirla, eje vertebral de su discurso en la apertura de la asamblea legislativa del 1 de marzo.
Hoy con un total de casi 4 millones de dosis llegadas al país, la carrera es contra reloj por atender al personal de salud todavía pendiente, a grupos de riesgo, los docentes y a todos los trabajadores esenciales que vienen exigiendo integrar la nómina de postulantes para los próximos días.
