El proyecto oficialista de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, más conocido como Ley Ómnibus, continúa debatiéndose en el plenario de Comisiones de la Cámara de Diputados, pero legisladores y operadores del Gobierno de Javier Milei vienen aumentando las presiones para lograr un dictamen este mismo jueves para poder tratarlo en el recinto el sábado 20 o, a más tardar, el lunes 22, antes de la medida de fuerza del miércoles 24 convocada por las centrales sindicales.
Aunque el oficialismo pensaba contar con el apoyo automático de los legisladores de Juntos por el Cambio y de algunos bloques de la oposición “amigable” (como la UCR o el bloque Hacemos Coalición Federal, liderado por Miguel Ángel Picheto, que reúne a legisladores de la Coalición Cívica, del gobernador cordobés Juan Schiaretti y de algunos gobernadores PRO), las negociaciones parecen ser más duras de lo esperado. Desde HCF incluso amenazaron con presentar un dictamen propio y hay algunos legisladores radicales que anticiparon ya su oposición al proyecto tal como se lo presenta.
Representantes gremiales participaron del debate en Diputados sobre el DNU y la Ley Ómnibus
Los diez gobernadores de Juntos por el Cambio también vienen debatiendo para intentar lograr una posición común, intentando convencer al Gobierno de que negocie algunos puntos que consideran claves para permitir el avance del proyecto. En este sentido, proponen reducir el plazo de la emergencia económica a un año, eliminar las retenciones a las economías regionales y sostener la fórmula de actualización de los haberes previsionales de acuerdo al Índice de Inflación (un punto en el que el Gobierno no parece dispuesto a ceder en sus intenciones de fijar los aumentos jubilatorios por decreto).
Además, la misma central obrera viene moviéndose activamente en cuanto a los diálogos y los acuerdos con legisladores y referentes de los distintos bloques buscando garantizar que el proyecto no pueda avanzar en Diputados. Así las cosas, el escenario para conseguir una votación favorable antes del paro cegetista parece complicarse. Y una probable movilización masiva el próximo 24 de enero, se multiplicarán las presiones sobre los legisladores que voten a favor de una iniciativa con claro repudio social. Por eso la desesperación oficialista para tratar de cerrar el proyecto esta misma semana.
