Finalmente, por el contrario de lo que se decía, el gobierno postergó la reunión del Consejo del Salario que se iba a realizar este jueves. Si bien había cierta premura en el oficialismo por concretar la reunión, la oferta parecía que sería rechazada de plano, lo que hizo recalcular al titular de Hacienda, y esperar unos días en busca de una propuesta superadora.
El cónclave pasó para el viernes 30 donde se reunirán Gobierno, empresarios y centrales obreras y se espera partir de un piso más alto que los $16.000 que iba ofrecer la Casa Rosada, pues apenas alcanza el 50 % de lo que pretenden la CGT y las dos CTA, que asciende a $31.148, el costo de la canasta básica.
En juego también está no sólo la cifra de inicio, sino la actualización o ajuste por inflación y la inclusión de los movimientos sociales que ya han propuesto varios gremios dentro del “paquete”. Hay también un segundo punto clave que elevarán al ejecutivo desde las organizaciones sindicales y son la toma de medidas urgentes para frenar la ola de despidos que se acelera día a día.
La agenda por ahora quedó en stand By pues «La designación de esta fecha permitirá una mayor planificación del trabajo junto a las nuevas autoridades del Ministerio de Hacienda, para avanzar en la implementación de lo resuelto durante el encuentro de los participantes del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil», fueron las palabras textuales utilizadas desde la Secretaría de Trabajo de la Nación para dilatar el encuentro.
Así el ministro de Vidal, que reemplazó a Nicolás Dujovne, luego de la renuncia, planifica los próximos meses a cargo del Ministerio de Hacienda y su relación con el FMI, los gobernadores, los gremios y la campaña política, con un objetivo principal que le fue solicitado por el presidente: la estabilidad del dólar.
