Más allá de los incentivos que se intentan ofrecer en el mercado para alentar el consumo, hay una importante disociación entre ellos y las perspectivas de los consumidores son cada vez más negativas y además no esperan que puedan darse cambios positivos en los próximos meses.
Con una inflación récord en marzo, que llegó 4,7%, y un acumulado anual de 55%, la plata no alcanza y casi el 100% de la población cambia sus hábitos de consumo pues la situación económica lejos de mejorar, empeora cada día.
El Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), que realiza la consultora Kantar sobre la base de la percepción de la población sobre la situación económica y laboral en el país, da cuenta de eso.
La tendencia negativa que se aceleró el mes pasado, cerró un primer trimestre en baja, con una caída de ocho puntos (dos en enero, cuatro en febrero y dos más en marzo). De esta forma, las expectativas económicas de la población vuelven a perforar el piso de la serie con 65 puntos.
«En marzo se deteriora el IGEE por tercer mes consecutivo, estableciendo un nuevo piso en la serie histórica. En esta oportunidad, el indicador que explica la evolución negativa del índice es la percepción de la situación laboral y la preocupación por los ingresos a futuro” afirman.
Sobre las medidas tomadas por los argentinos para enfrentar esta situación, el 96% declara haber reducido o abandonado alguna categoría de consumo o gastos, una cifra que es mayor a la que ya se registró en septiembre pasado, en medio de la crisis cambiaria, cuando se registró un 93”.
Los recortes se resisten a incluir servicios que poseen como la TV por cable o el plan celular. La prepaga y seguros son los más resguardados. Pese a la negativa, de todos modos, dos de cada tres argentinos redujo o suspendió algún servicio, cuando en septiembre de 2018 lo había hecho un 55%.
En las categorías: ropa, calzado, salidas a comer, cine y teatro o remodelaciones en el hogar, el informe da cuenta de que hay moderación: no se cortaron de plano, pero si se moderaron considerablemente. Uno de los gastos más restringidos para el 90% de los argentinos son los viajes al exterior y la compra de tecnología.
Del estudio se concluye entonces que respecto a la situación económica del presente y del futuro, el 73% de la muestra asegura que su percepción es negativa, sin que el año electoral o los anuncios oficiales puedan torcer esos números.