En plena retirada, decenas de supermercados con resultados económicos negativos, son víctimas según manifiestan desde el sector “de las políticas de precios” que benefician a hipermercados. A la par de una ola de cierres que se mantiene, con más de 250 puntos que bajaron sus persianas de forma definitiva sólo en el último año, los supermercadistas orientales exigen para su supervivencia la “reactivación del consumo, la baja en la presión impositiva y una reducción en los incrementos de alquileres”.
Luego de reunirse esta semana con representantes del Gobierno para integrarse al congelamiento, referentes de ese rubro señalan que “el segmento podría desaparecer si no se toman medidas urgentes para revertir la situación”.
Desde CEDEAPSA, la organización que los integra manifestaron que «se nos hace imposible seguir si no hay un cambio urgente”.
Por otra parte, “los comerciantes chinos seguimos sin poder tener acceso al crédito. Para poder afrontar los gastos, sobre todo en estos tiempos de pandemia, a muchos no les quedó otra que vender la mercadería de sus locales a otros comercios», agregaron desde la entidad que conduce Yolanda Durán.
Referente a éstas cuestiones Durán explicó que “un supermercado promedio enfrenta hoy un alquiler mensual cercano a los 400.000 pesos”. Lo cierto es que con éstas variables económicas «venimos con tres años en rojo en términos de ventas. Ya en la previa a la pandemia la caída en la comercialización era superior al 11%”, reclamaron.
Ante la suba de alquileres lo que están haciendo los empresarios es cerrar en Capital y buscar algo en el interior de la Argentina. “En un principio el destino era Córdoba y Rosario, pero ahí ya cobran los contratos a la par de Buenos Aires», con lo cual los desplazamientos continúan a la orden del día a lo largo y a lo ancho del país.