Los trabajadores del Banco Provincia están expectantes de qué pueda pasar con la reforma que llevó adelante la gobernadora, María Eugenia Vidal, y sueñan con volver a foja cero para jubilarse a los 65 años y recuperar el 82%.
Para ellos, están paulatinamente moviendo los hilos, ya que las posibilidades aumentan con un cambio de gestión en la provincia, aunque, de todos modos, según cuentan fuentes del banco, recomponer el sistema jubilatorio que gozaban los trabajadores del Banco será un proceso complejo y por sobre todo muy largo.
De todos modos no bajarán la guardia y tratan de establecer buenas relaciones con Sebastián Galmarini y Juliana Di Tullio, dos de los alfiles que podrían dar una mano en caso de que sea Axel Kicillof quien llegue a la gobernación y el reclamo pueda ser oído.
Desde La Bancaria, aseguran que la prioridad es recuperar lo que los trabajadores perdieron con la reforma que Vidal impulsó en 2017. Esos cambios implicaron una suba en la edad de jubilación de 57 a 65 años y un recorte en los haberes del 82% a un 60%.
La urgencia apunta a modificar la reforma previsional que aprobó la Legislatura. Por entonces, la Gobernadora decidió ponerle fin a un déficit de entre 4.000 y 5.000 millones que obligaba a la Provincia a tomar deuda para cubrir el gasto que ocasionan 7.000 jubilaciones que van de 40.000 a 150.000 pesos.
El gobierno venía con el respaldo de la elección legislativa de octubre por lo que avanzó rápido a los pocos días de que asumieran los nuevos legisladoresy además logró encolumnar algunos sectores del peronismo que le permitió sortear el fuerte rechazo del masissmo y el kirchnerismo duro.
Más allá de eso, el planteo del gremio no concluye ahí y es bastante más amplio. De hecho desde la comisión gremial interna afirmaron que están apostando “ a encaminar el banco hacia una matriz productiva».
¿Qué quiere decir esto? Que la entidad comience a generar trabajo, y a generar consumo en la Provincia, pero no por ejemplo como sería a través de los descuentos del 50%, señalaron, pues esa medida «Suena muy lindo y sabemos que es necesario, pero lo cierto es que le genera una pérdida muy grande al banco y sólo transfiere fondos directamente a grandes cadenas de supermercados».
