Ante la crisis global desencadenada por la guerra Rusia – Ucrania, la Unión Europea y los Estados Unidos trabajan juntos para fortalecer la seguridad del suministro de alimentos y materias primas, algo que se ha vuelto muy complejo en éste contexto mundial.
El problema quedó reflejado claramente en las conclusiones del Consejo UE-EEUU sobre comercio y tecnología, en Saclay, en las afueras de París, donde mostraron la intención de seguir coordinando acciones para mitigar los impactos negativos del conflicto bélico en la economía global.
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Señalan además su intención de seguir «facilitando el comercio y las inversiones» en el área de materiales críticos y mejorar la cadena de suministros, promover la previsibilidad y la diversificación del comercio», manifiesta el documento.
Esa preocupación puede ser una oportunidad para la Argentina, fuente de materias primas y demandante de inversiones. Ese es el punto por el que el presidente Alberto Fernández destinó una semana de su convulsionada agenda para visitar países receptores de alimentos y materias primas que se producen en Argentina.
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Las expectativas por incremento de exportaciones están en alza y se espera que los cortocircuitos políticos no logren inmiscuirse en las transacciones comerciales que parecen inclinar la balanza a favor de nuestro país.