Tras el fallo del juez Roberto Gallardo, que impidió el funcionamiento de las plataformas digitales de delivery en la Ciudad de Buenos Aires, Rappi, Glovo y Pedidos Ya continuaron operando y ahora suman nuevos servicios para los usuarios, como entrega de efectivo y de productos de supermercados.
No solo eso: luego de la decisión de la Justicia siguieron operando con éxito, elevando la cantidad de pedidos, algo que reconocen públicamente: «El crecimiento mes a mes es sostenido aunque evidenciamos que se potencia y se hace mucho más fuerte durante los meses invernales, sobre todo para el caso de los restaurantes», señalaron desde PedidosYa. Y agregaron: «desde julio de 2018 hasta julio de 2019 en la Argentina la empresa creció más de un 100% en cantidad de pedidos. Este dato refleja la velocidad con la que sigue evolucionando la plataforma».
En las últimas semanas, el trabajador de Rappi oficia, además de delivery, de «personal shopper», que pasa por una determinada tienda, selecciona los productos que el usuario desea y los entrega en el domicilio que se precisa. Algo similar sucede con Rappi Cash, una opción que permite que una persona reciba en menos de media hora efectivo, abonando el costo de envío y una comisión.
La Justicia porteña prohibió el funcionamiento de Rappi, Glovo y Pedidos Ya
Mientras tanto, y pese a que el juez dispuso lo contrario, los empleados, que en su mayoría son jóvenes e inmigrantes, siguen circulan con la caja de delivery cargada en la espalda, cuando por ley debería estar sujeta a la moto o bicicleta. Otro dato: el 70% no cuenta con ningún tipo de seguro y más de la mitad no usa casco.
El fallo del juez Andrés Galardo, del juzgado Nº2 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario, a principios de agosto plantea que la responsabilidad por esta modalidad de trabajo es de las empresas y no de los repartidores, que muchas veces son los que reciben las multas de los agentes de tránsito por ese tipo de infracciones.
