Las medidas de Macri para «aliviar» el bolsillo de los trabajadores, como un bono para estatales de 5 mil pesos o la elevación del mínimo imponible del Impuesto a las Ganancias, significa un verdadero problema para varias provincias, que cuentan con muchas dificultades en sus arcas para afrontar obligaciones, como el caso de Chubut.
Otro detalle no menor: la modificación de Ganancias afectará la coparticipación, por lo que habrá menos recursos disponibles en tiempos en los que la recaudación baja por la falta de actividad y menor pago de tributos. Por lo pronto, provincias como Mendoza y Salta ya anunciaron que realizarán acciones para que la crisis golpee lo menos posible a sus trabajadores estatales.
En el caso del territorio que administra Cornejo, “todos los empleados tienen la certeza que su capacidad de compra está intacta, si la inflación sube se les paga”, declaró el ministro de Gobierno Lisandro Seri. En el caso de Salta, existe un mecanismo de ajuste salarial ante el salto de la inflación pero desde el gobierno de Urtubey descartaron el pago del bono ya que «corresponde a la administración nacional».
Santa Fe o San Juan cuentan con acuerdos paritarios para sus empleados con cláusulas gatillo pero tampoco brindaron precisiones sobre un posible bono especial. Otras provincias como Chubut están sumergidas en una crisis económica por falta de pago de sueldos y una creciente protesta social, por lo que se descarta cualquier ayuda extra que pretenda brindar en este contexto.
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Por otro lado, no son pocos los gobernadores que se quejan por lo bajo del cambio en Ganancias, un impuesto coparticipable y que, a su vez, tras la adhesión al pacto fiscal que impulsó la Casa Rosada, aumentó su peso en los presupuestos provinciales. La opción de pedir asistencia a Nación para afrontar obligaciones es cada vez más firme.