La sequía y la bajante del Paraná generan un fuerte impacto negativo para la producción agrícola

Más allá de la ola de calor que en esta semana estuvo golpeando con fuerza a la región central del país, otro impacto preocupante del cambio climático se relaciona con el bajo nivel de precipitaciones, que ha generado una histórica bajante del río Paraná, que implica importantes sobrecostos logísticos y un severo costo ambiental, y graves consecuencias en la actividad agrícola y ganadera a nivel nacional. La sequía golpea especialmente a la producción de coja y maíz que requieren de grandes cantidades de agua en los meses de diciembre y enero.

Aunque el ministro de Agricultura Julián Domínguez anticipó que los datos oficiales sobre el impacto de la sequía se darán a conocer en la tercera semana de enero, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires anticiparon que el 41% de los cultivos de maíz y el 42% de los de soja sufre de falta de agua. La Bolsa de Comercio de Rosario calculó que este escenario implicará un recorte de 8 millones de toneladas de maíz y de 5 millones de toneladas en soja, lo que podría generar pérdidas por hasta 5.213 millones de dólares para el país).

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Desde Agricultura reconocieron que “se está observando con preocupación la evolución de la zona núcleo -centro productor del país-, especialmente en lo que respecta al maíz de primera, la soja, y la falta de disponibilidad de forraje o pasto para la ganadería en algunos lugares”.

La bajante del Paraná, que llegó a su mínimo histórico en agosto del año pasado, batió un nuevo récord esta semana al medir -0,22 metros en el hidrómetro del puerto de Santa Fe, marca sólo superada por los -0,28 metros de 1945 y por el récord de -1,04 de 1944.

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Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) explicaron: “Esta disminución del caudal tiene un impacto directo en el abastecimiento de agua para consumo humano, la generación de energía y la navegación, entre otros. Manteniéndose el período de sequía se dificulta la reproducción y alimentación de la fauna y se condiciona fuertemente toda la logística relacionada con el mantenimiento de la vía fluvial y la logística de la navegación, además de los procesos de potabilización del agua urbana”.

En este contexto, desde AFIP habilitaron la inscripción para acceder a los beneficios fiscales dirigidos a contribuyentes afectados por la bajante del Río Paraná y el ministro Domínguez se reunió con el jefe de Gabinete Juan Manzur para reclamarle una ampliación de los fondos para asistir a los productores afectados por la sequía en la zona núcleo.