En el último tiempo la falta de lluvias hizo bajar el nivel del río que nace en Brasil, cruza Paraguay y desemboca en el río Paraná. En Paraguay el escenario no es alentador, los expertos estiman que el fenómeno que se inició hace tres años se prolongaría al menos hasta el 2022 en el país exportador mundial de soja.
En este marco, las embarcaciones que transportan granos y otros productos por el río Paraguay están utilizando la mitad de su capacidad de carga debido a la bajante del cauce, en medio de una sequía histórica que afecta el comercio fluvial en toda la región.
El director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay, Juan Carlos Muñoz, remarcó que la sequía hizo que los tiempos de viaje hacia el Río de la Plata se triplicaran. «Todo el comercio está atrasado, todo está demorado. Es un año complicadísimo ya que el 96% del comercio de ultramar de Paraguay se maneja por el río y esto implica una afectación muy importante a la economía nacional», explicó Muñóz.
Por su parte, César Jure, presidente de la cámara paraguaya de exportadores de cereales y oleaginosas, aseguró que «la situación es crítica y delicada. Hay una gran proporción de las bodegas que está sin usar, lo cual se traduce en un costo directo a la hora de llevar los productos al Río de la Plata».
«A fin de año estaríamos todavía con inventario de mercadería que exportar, tanto para la industria como para la soja en granos. La cosecha nueva tendrá que esperar en silos hasta que podamos liberar la vieja», explicó Jure.
Muñoz detalló que en este contexto, la siembra de la soja que inicia el próximo mes podría verse afectada por la falta de fertilizantes, además explicó que la situación los obligó a buscar alternativas de transporte terrestre a puertos de Brasil para cumplir con los contratos.
Cabe destacar que Paraguay produce anualmente unas 10 millones de toneladas de soja, cuenta con una flota de alrededor de 3.0000 embarcaciones que transportan producción local y parte de lo producido en regiones limítrofes por sus vecinos Brasil y Bolivia por la hidrovía Paraguay-Paraná a puertos del Río de la Plata.
