La pelea salarial condicionada por las suspensiones y despidos

La recuperación del salario respecto de la canasta básica, podría llevar hasta 5 años. De acuerdo al nuevo decreto, el incremento del 35% del Salario Mínimo Vital y Móvil lleva la cifra a $16.875 en octubre, cuando la Canasta Básica está justamente en el doble de ese valor, ($32.000), con lo cual hay un 25% de la población trabajadora que es pobre aun teniendo empleo.

Con la inestabilidad existente, vienen meses inflacionarios que no fueron contemplados en las paritarias 2019. Se prevé para los próximos meses un incremento del Indice de Precios al Consumidor del cercano al 5% mensual.

La devaluación post PASO agravó el proceso recesivo y los salarios. El pedido de reapertura de paritarias para la revisión de acuerdos se corresponde con la conyuntura actual, en rigor de la pérdida de poder adquisitivo desde que firmaron sus convenios como también la inflación que para diciembre llegaría a 55%».

Con lo cual, «el salario real seguirá descendiendo inevitablemente y  se deberán tomar medidas de emergencia en resguardo de sueldos y de puestos de empleo, para evitar un mal mayor».

De acuerdo a los números del SIPA, la masa salarial promedio real en los últimos 12 meses, con registro a junio pasado, fue un 7% inferior al mismo período de 2018 y la remuneración real promedio se redujo un 8,1% interanual.

El mismo presidente de la UIA, Miguel Acevedo reconoció que habrá que abrir paritarias, al mismo tiempo que reconoció que se tardarán 10 años en poner “a la industria de pie”, de lo que se desprende que la situación es tan extrema que la pelea por el salario está condicionada por la «pérdida de empleo».

En ese sentido, el secretario de Industria de la CGT, Rodolfo Daer, reconoció que actualmente existe “una tarea mancomunada entre empresarios y trabajadores, en primer lugar, para seguir manteniendo las fuentes de trabajo”.

Los datos oficiales de la Secretaría de Trabajo confirman que en junio hay 172.169 trabajadores menos que en el mismo mes de 2018 y la baja en Monotributo social alcanza los 48.300 trabajadores.