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La convocatoria ya está establecida para el «9M» a las 18 horas, en el Congreso donde esperan la adhesión de las dos CTA, la Corriente Federal de Sergio Palazzo, los movimientos sociales como Barrios de Pie, CTEP, CCC y las agrupaciones políticas kirchneristas y de izquierda.
Al momento los simpatizantes de cambiemos aceleran la invitación por las redes para alcanzar una numerosa convocatoria. Al parecer serán decenas de organizaciones gremiales, sociales y políticas que bajo la bandera de Frente Nacional multisectorial «21F» que lideran los Moyano desde que decidieron la vuelta a la CGT, se movilizarán frente al Congreso para reclamar el congelamiento de tarifas a noviembre del año pasado.
Este paso será previo al Paro Nacional que están anticipando si Macri firma el decreto vetando la ley. «El que se fue de la CGT –dijeron- fue Pablo Moyano, no camioneros», con lo cual la vuelta fue más rápido que ligero y ahora en tiempos convulsionados la multisectorial “21F” se reproduce en muchas ciudades del interior del país, de modo qu recuperan fuerzas y amenazan con «ir por todo».
Más allá de las diferencias internas y las divisiones de la CGT está claro que mientras Macri haga las cosas «mal» será más fácil unirse. El contexto ha cambiado y se ha agudizado la crisis económica, social y política estas últimas semanas. De hecho –voceros de la entidad confirman- que desde la sede de Azopardo fueron los sectores sindicales más dialoguistas con el gobierno los que llamaron a los “exiliados” para que vuelvan.
El trabajo fino que hay por hacer es mucho y uno de los puntos más importantes es arrimar la CTA de Hugo Yasky y a la CTA Autónoma de Pablo Micheli, “los demás se irán arrimando solos cuando vean semejante consolidación” – sueñan algunos-.
En el medio de todo esto el, 22 de agosto hay elecciones y se prevé una única cabeza al frente de la central obrera. En sus filas también pretenden estar los “Cayetanos”, el grupo de movimientos sociales como la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa para comenzar a tener derechos legítimos y no tener que tomar las calles cada vez que necesitan visibilizar algún reclamo.
Tal vez no sea tan sencillo incorporar a los cooperativistas pero tampoco imposible. Con una reforma del estatuto, y una cuota de buena voluntad, los representantes de los más desprotegidos podrán encontrar el lugar que tanto desean dentro de la CGT.