Rodeada de dirigentes del PRO y con un discurso pro sindical, este 1° de Mayo, Día internacional de las y los trabajadores, la vicepresidenta Victoria Villarruel se sumó al almuerzo organizado por el secretario general del gremio de Gastronómicos de Buenos Aires, Dante Camaño, quien respaldó el proyecto de reforma laboral que impulsa el Gobierno.
También participaron del evento dirigentes del PRO como el secretario de Seguridad porteño Waldo Wolff, el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad Roberto García Moritán y el ex ministro de Trabajo Jorge Triaca, además de algunos gremialistas que no integran la Confederación General del Trabajo (CGT). En relación con la masiva movilización cegetista, Villarruel manifestó: “Estoy en el sindicato con los trabajadores, espero que la CGT también esté con los trabajadores”.
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“En las últimas décadas pasamos de sostener que gobernar es crear trabajo y pasamos a un modelo empobrecedor. Nos pusieron de rodillas en nuestra propia tierra, bajo las migajas de los subsidios y de un mal llamado asistencialismo. Dejamos de hablar de trabajo como el principal ordenador social de la comunidad organizada”, sostuvo Villarruel. Y agregó: “Terminamos hablando exclusivamente de alimentar con impuestos abusivos a un Estado paquidérmico, enfermo, decadente, que estaba más interesado en arrancarnos de las entrañas nuestros valores, nuestras tradiciones, la dignidad de la persona humana, nuestras creencias, la importancia de la familia, de las organizaciones sociales”.
La presidenta del Senado cuestionó a los gobiernos anteriores por pretender “arrancarnos la visión colaborativa entre el capital y el trabajo para construir la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria”. Y convocó a gremialistas y trabajadores a “mirar hacia adelante, aún en las diferencias”. Esta visión del sindicalismo contrasta claramente con los dichos de otros dirigentes de La Libertad Avanza, que no se hicieron presentes en el acto, ni participaron de ningún otro evento por el Día de los Trabajadores.
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Durante el almuerzo, Camaño (hermano de la ex legisladora nacional y ministra de trabajo Graciela Camaño y ex cuñado del histórico gastronómico Luis Barrionuevo, con quien mantiene una dura disputa gremial) criticó “la estupidez que están cometiendo algunos que quieren arrimar su sardina a la brasita de la política”. Luego, en declaraciones a la prensa: “Odio a los dirigentes sindicales que son empresarios. No se puede ser empresario y dirigente sindical. Detesto a los dirigentes que se mandan la parte, hablan de filosofía y de cosas que no entienden”.
En relación con la polémica reforma laboral a la que la Cámara de Diputados le dio media sanción en el marco de la Ley Bases, duramente cuestionada por la CGT, el gremialista consideró: “Yo creo que se quedaron cortos con la reforma. Tendrían que haber cambiado mucho más. La reforma laboral son unos toques nada más. Hoy tenemos otros problemas: no hay trabajo, hay una inflación galopante, no hay precio de referencias, estamos en un país de narcotraficantes, mis afiliados no pueden volver a la noche a sus casas”.
