Este lunes la Cámara de Diputados comenzó a tratar el proyecto de nueva y reducida Ley Bases, que impulsa el Gobierno de Javier Milei después de haber retirado su propuesta previa, que tenía más de 600 artículos. En este caso, la iniciativa se redujo a la mitad, pero todavía incluye un polémico proyecto de reforma laboral, la restitución del Impuesto a las Ganancias en su capítulo fiscal y un plan de privatización de numerosas empresas estatales (aunque menos que en la propuesta original).
Se trata de un proyecto que se propone como el inicio de una transformación global de la estructura del Estado, que propone una reforma estructural inédita, que la semana pasada obtuvo dictamen en el plenario de comisiones. Más allá del polémico punto de las “facultades delegadas” en materia económica, financiera, administrativa y energética para el presidente Milei (sobre lo que persisten dudas en cuanto a la cantidad de votos que podría sumarse para su aprobación), los puntos clave del proyecto pasan por la declaración de la emergencia económica, las privatizaciones y la vuelta del impuesto a las ganancias (abordamos el capítulo laboral en nota aparte).
La Bancaria presenta proyecto contra la privatización del Nación, con un millón de firmas como aval
Respecto de las empresas estatales a ser privatizadas, el oficialismo debió hacer un significativo recorte respecto de la propuesta inicial que incluía a más de 30 empresas. La versión actual del proyecto sólo incluye a Aerolíneas Argentinas, Enarsa, Radio y Televisión Argentina e Intercargo (con AySA, Correo Argentino, Belgrano Cargas, Ferrocarriles SOFSE y Corredores Viales en lista para una privatización parcial). Días pasados la Asociación Bancaria había presentado más de un millón de firmas contra la privatización del Banco Nación, que finalmente se retiró de la lista. Y hoy los gremios aeronáuticos se encuentran en lucha contra la posibilidad de que se privatice aerolíneas. También se eliminó el plan de venta de acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES.
En cuanto a la restitución del Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, finalmente se sumó la iniciativa al capítulo fiscal de la Ley Bases, proponiendo un mínimo no imponible a partir del que deberían tributar los trabajadores solteros que cobren desde $1.800.000 y los casados con hijos desde $2.200.000. El pago había sido derogado a fines del año pasado por el ex ministro de Economía Sergio Massa y el proyecto actual es cuestionado por la Mesa Intersindical “El Salario no es ganancia”, que organiza a más de 50 gremios.
