Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la facturación derivada de la venta de maquinaria agrícola cayó 1,2% durante 2018, retrocediendo un 35,8% la venta de tractores y un 45,8% la de cosechadoras.
En el caso puntual de las cosechadoras, durante el año se vendieron apenas 789 unidades (un descenso se 45,8% respecto del año anterior) mientras que se comercializaron 6226 tractores (un retroceso de 35,8%), 1758 sembradoras (-21%) y 7147 de otros implementos agrícolas (-23,9%).
Analizando el total de 30.825,3 millones de pesos ingresado por la venta de estas maquinarias, considerado a precios corrientes, la facturación cayó un 1,2% en 2018 en términos interanuales. En el caso de las sembradoras se aumentó un 12,6% en la facturación respecto del año anterior, un 6% los implementos y un 5,8% los tractores, mientras que las cosechadoras registraron una caída de 23,4%.
Frente a este panorama, el presidente Mauricio Macri anunció líneas de crédito por 1.500 millones de pesos del BICE para la adquisición de maquinaria agrícola durante su visita a la ExpoAgro de San Nicolás. Luego el ministro de Producción Dante Sica explicó que los préstamos se otorgarán a 48 meses, con tasa Badlar (en pesos, con más de 40% de interés anual).
Pero los anuncios no alcanzaron para calmar los reclamos de los integrantes de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma). El presidente de la entidad, Raúl Crucianelli, exigió “créditos a tasa normal” para reactivar la demanda del sector, duramente golpeado por una recesión que se extendió hasta al sector económico más favorecido por el oficialismo en los últimos años.