El encuentro se concretará esta semana, en principio estaría pautada para el jueves a la mañana y tendrá como primer tema en agenda el impacto económico del coronavirus y sus efectos en el empleo. Esta preocupación, fundada en el último informe oficial que difundió la Organización Internacional del Trabajo, hace indispensable “intercambiar posiciones” sobre el mapa laboral en la pandemia y la post pandemia.
Si bien el Estado argentino resulta uno de los países más empeñados en defender los puestos de trabajo, los números que expone la OIT serán difíciles de revertir pese a la prohibición de despidos que rige desde el 1 de abril y prorrogada hasta el 31 de julio mediante el decreto 329/2020 y su extensión.
Siguiendo los protocolos, la reunión será a través de una videoconferencia donde se abordarán los temas entre los integrantes del Consejo Directivo de la central obrera y los representantes del FMI que llevan adelante el tratamiento de la deuda argentina y ocasión para «intercambiar miradas sobre el escenario social, económico y del trabajo» confirmó un integrante de la CGT.
Gerardo Martínez, como secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación fue el gestor del cónclave, que pese al nuevo formato que requiere la pandemia, tendrá el rigor de siempre.
La CGT ya debatió con gran preocupación los números mundiales y los que se esperan para Latinoamérica según el informe de OIT CEPAL donde la desocupación promedio para la región podría pasar del 8,1% en 2019 al 11,5%, lo que significa 38 millones de pérdidas de empleo.
Según el documento, ya antes de la pandemia la región que comprende a América Latina y el Caribe mostraba un bajo crecimiento económico en relación con otras regiones del mundo, pero luego del impacto de la crisis sanitaria para 2020 se espera “la peor contracción económica desde 1930”.
Informe de OIT y CEPAL prevé aumento de la desocupación al 11,5% en América latina por la pandemia
En una país donde existe un 40% de trabajo informal, el impacto de la crisis derivada de la epidemia se manifestará de forma mucho más grave, lo que hace más urgente y necesario reactivar el tejido productivo y comenzar a crecer.
Desde la central esgrimieron un boceto en los que se destaca por ejemplo la necesidad de transformar las medidas de ayuda temporal en una especie de “sistema” de protección social, sistema que permitirá la vuelta al consumo, principal dinamizador de la economía interna. El tema de fondo será la preocupación por los puestos de empleo y “la nueva modalidad del trabajo que viene”, pues nadie imagina un mundo igual al que dejamos antes de la pandemia.