Nota publicada en Informe Político
La movilización en el día que se conmemora el renunciamiento de Eva Duarte de Perón a la vice presidencia de la nación, aparece en la previa como la mayor manifestación sectorial ante el gobierno de Cambiemos, en una exhibición de fuerza convocada por la central madre de la calle Azopardo, encabezada principalmente por el ala moyanista del triunvirato que conduce la CGT, en acuerdo tácito con la Corriente Federal y una contención a las delegaciones regionales del interior del país que reclaman mayor protagonismo en las decisiones del Movimiento Obrero Organizado.
Así, en la última reunión de Consejo Directivo, las diferencias tácticas se explicitaron más a modo de dejar sentado distintos criterios de lo que hoy exige la necesidad de protagonismo sindical que a fin de impulsar seriamente la alternativa de levantar la convocatoria al acto que concluirá en Plaza de Mayo.
Todo parece indicar que allí se oficializará la fecha del próximo Comité Central Confederal, del que indefectiblemente deberá surgir una nueva medida de fuerza.
Ahí también el abanico de los criterios se abre a la hora de definir la fecha de un paro general. Esencialmente, si se hará efectivo antes del 22 de octubre, donde a decir de varios dirigentes sindicales “se juega por los puntos, donde sí se van a contar los porotos”. Por lo que en todo caso, aunque no se persiga una intencionalidad de campaña, indefectiblemente formará parte del cronograma social en el camino hacia los comicios legislativos.
Las dos CTA y los principales Movimientos Sociales, como la CTEP tendrán un alto protagonismo, producto también de una discusión programática que excede esta acción gremial y que incluye debates internos (donde hay quienes que proponen la apertura de los estatutos) con una larga serie de reuniones ampliadas. Y sin la presencia del Movimiento de Acción Sindical (MASA), que en esta oportunidad decidió no participar, pero que seguramente será parte de las prontas acciones venideras.
Mientras tanto, la administración Macri gobierna envalentonada por el reloj de las PASO clavado en punto a la hora en que se detuvo el recuento de votos.
Acción político electoral que no debería sorprender si se cae en cuenta que el actual presidente llego a la jefatura de gobierno en CABA con aparato partidario incluido.
Que incorporó distintas líneas del peronismo capitalino para su proyecto en la ciudad para luego absorber al partido de Irigoyen y Alfonsín en su rumbo hacia casa rosada.
Y que en el presente, avanza casilleros cuando rearma el tablero de la justicia, involucrando a la corte del máximo tribunal para que mueva las piezas que se le indica a fin de desafectar algún que otro servidor judicial.
Al tiempo que recibe al vice del norte a fin de decretar que le compremos más chanchos. Hola productores de porcinos. ¿Están ahí?
Argentina parecería encaminarse a disputar semifinales con Colombia en la exhibición como faro para la política económica regional, a la que se sumaría Chile en caso que Piñera vuelva a ser presidente del país trasandino, otra visita más en estos días. Porque está claro que el segundo en la cadena de mando de Estados Unidos, Mike Pence, se dio una vuelta por aquí, por muchas otras cuestiones de agenda de mayor complejidad estratégica y de largo alcance.
Los chanchos no son suficientes para tapar a los jabalíes.
También el titular del Banco Mundial aprovecho la semana post PASO para compartir conferencia de prensa con el primer mandatario nacional a fin de avalar las medidas económicas instrumentadas sin privarse de los pertinentes elogios de “liderazgo”.
Y casi en sintonía, en una semana marcada por una nueva acción terrorista en territorio europeo, nuestro país ratifico la vigencia de las alertas rojas en línea con el atentado a la AMIA y un acuerdo de cooperación en varios aspectos con Interpol.
Por lo que por supuesto que Cambiemos también tiene un plan para meter mano en las normativas y los encuadramientos que rigen el mundo laboral de nuestro país. Y en una emulación a la impronta americana aquí también la expresión de los “halcones” contrasta con la de los gradualistas, en la que muchos ubican al mismísimo Ministro de Trabajo Jorge Triaca.
En este sentido y volviendo al debate gremial, un histórico dirigente sindical menciono “el apagón informático aduanero” como una forma de denunciar la falta de datos que no permiten acceder en detalle a las variables de la importación de productos extranjeros que ingresan al mercado local.
Aunque en esta misma semana, el titular de Hacienda declaró que Argentina crecerá de manera indefectible como nunca antes en los próximos 20 años. Argentina está condenada al éxito decía otro presidente. Por lo que no hay razón para no darle credibilidad.
En este contexto político, hoy se llevará a cabo una nueva acción de protesta protagonizada por trabajadores, “para denunciar y enfrentar la pérdida de puestos de empleo y el poder adquisitivo”.
Se escribirá de esta manera otro capítulo de una discusión de fondo donde, cual iceberg, lo que emerge a la superficie es apenas una pequeña porción de una disputa mucho más profunda fronteras adentro, a la vez que excede claramente la exclusividad de nuestro territorio como escenario del conflicto.